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Entrevista | Román

"No se puede torear con urgencia y jugártelo todo a una sola carta"

El matador de toros valenciano estrena apoderado: Antonio Caba será ahora quien dirija sus destinos

"No se puede torear con urgencia y jugártelo todo a una sola carta"

El matador de toros valenciano Román estrena apoderado. El rubio coletudo liceísta del barrio de Benimaclet afronta una nueva y esperanzadora etapa en su carrera profesional. Tras desvincularse de la relación que le unía a Santiago López, será el taurino algecireño Antonio Caba quien dirija sus destinos.

Román aseguraque «necesitaba un nuevo impulso en mi carrera y cambiar algunos de los planteamientos. Lo cierto es que Antonio me llamó nada más hacerse público que lo dejaba con Santiago. Me dijo que estaba interesado en apoderarme, y que confiaba en mí y en mis posibilidades. Yo le contesté que tenía que pensarlo, y así lo hice. Entre medio tuve alguna que otra propuesta, pero al cabo de una semana le dije que sí».

El torero valenciano ha cambiado totalmente de vida. «He dejado mi piso de Valencia y tengo alquilada una casa en Los Barrios, una localidad que está a cuatro kilómetros de Algeciras, de donde es mi apoderado. Y lo cierto es que éste se preocupa a tope por mí. Mi vida es espartana. Me levanto a las siete y media. A las ocho me recoge el apoderado, desayunamos, y luego estamos andando y corriendo hasta las once. Tres kilómetros para atrás y seis para adelante. Luego hacemos tres toros completos de salón. A las dos me voy a comer a casa y a las tres y media viene de nuevo a por mí. Nos vamos a la finca del matador de toros Ruiz Miguel y allí estamos entrando a matar dos horas, al margen de corregir cosas técnicas».

Toda una vida cuartelera. «Así es, y me parece perfecto. Es un régimen militar. Antonio está encima de mí a toda hora, algo que agradezco. Lo necesitaba. La compañía, el apoyo, la exigencia, el consejo. Estoy entrenado con él, aunque nos acompañan otros toreros de aquella tierra como Daniel Duarte, Sánchez Mora,...»

Su apoderado es empresario de la plaza de La Línea. Antes llevaba otras junto con Carmelo, con quien estuvo muchos años en la cuadrilla de Jesulín de Ubrique. «Ahora lleva sólo La Línea. Y la gestión de mi carrera. Quiere que hagamos mucho campo, hacer tres o cuatro tentaderos cada semana, matar toros. Y luego ya a torear».

De momento no hay nada concreto. «Va a hacer todo lo posible para firmar contratos. Iremos a sitios como Valencia y Albacete, donde triunfé el año pasado. Madrid queda pendiente, ya veremos. Estoy muy contento y motivado. Antonio me ha dado mucho afecto y confianza. Me está haciendo correr y entrenar como nunca lo había hecho. Está pendiente de mí. A los toreros nuevos como yo nos hace falta gente que nos entienda, que nos corrija, que nos apoye».

Desde la perspectiva que da el tiempo, Román analiza su actuación del pasado 15 de marzo en Valencia. «En Fallas no terminaron de salir las cosas bien, aunque creo que tampoco estuve mal. El problema es que torear con urgencias y jugártelo luego todo a una carta te lleva a salir a la plaza un tanto amontonado».

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