La orquesta que creó Lorin Maazel no es lo que era „de sus iniciales 92 miembros quedan 53 por mor de la crisis, los recortes, el abandono de grandes directores o, simplemente, la llegada de mejores ofertas„, pero continúa siendo atractiva para músicos de todo el mundo. Lo demuestra el proceso abierto para la selección de trece plazas. Las audiciones comienzan mañana, se han recibido 1.038 solicitudes llegadas desde 44 países y una comisión de músicos de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) ha realizado una primera criba a partir de los currículums que ha reducido el número de aspirantes a 366. Son los que a partir de mañana empezarán a probarse ante el intendente del Palau de les Arts, Davide Livermore, y la nueva dupla de directores musicales, Roberto Abbado y Fabio Biondi.
El coliseo será estos días más una ONU que nunca, aunque se nota el peso valenciano entre los candidatos. Una cuarta parte de los 366 preseleccionados son músicos de la Comunitat Valenciana o residentes en ella.
Pero esto último no es lo más habitual, sino que predominan los valencianos por el planeta que intentan regresar a sus orígenes. La emigración de instrumentistas valencianos a orquestas de todo el mundo es un fenómeno bien conocido. Unas decenas de ellos se han inscrito y han sido escogidos para este periodo de audiciones. Como es habitual por la relevancia de las bandas, predominan los de la sección de viento.
Sin embargo, estos no han sido mayoría esta vez entre los solicitantes. De los 1.038 inscritos, el mayor número (188) ha sido para las plazas de viola, seguido de los de violín (174). Extraña cosa, porque la norma dice que lo más difícil para completar una gran orquesta son los violinistas. Para trombón se presentaron 135 solicitudes; violonchelo, 130; trompa, 129; trompeta, 124; contrabajo, 82, y fagot, 76.
Las candidaturas han llegado de todos los rincones del mundo. Un total de 280 eran de valencianos. El resto, de lugares tan alejados como Corea del Sur, Australia, India, China o Taiwán. América también está representada con aspirantes de Cuba, Venezuela, Argentina, Chile, Brasil, Panamá, Canadá o Estados Unidos. Entre los países del Este de Europa, Ucrania, Armenia, Rusia, Bioleorrusia, Letonia, Lituania o Moldavia. Como curiosidad, entre los países árabes, solo de Egipto.
El proceso de audiciones que se abre hoy y se extenderá hasta principios de julio es el mayor que ha tenido lugar en la Orquestra de Les Arts desde su creación en 2006, entonces bajo la mano magistral e implacable de Lorin Maazel. Al tiempo que tumbaba aspirantes recomendados y se creaba sus primeros enemigos en Valencia, ponía las primeras piedras para el rápido éxito de una formación reconocida pronto como entre las mejores de España.
Aquello sucedía en el primer semestre de 2006 en Valencia y en otras ciudades (de Nueva York a Helsinki). Eran otros tiempos, la burbuja inmobiliaria crecía sin parar, los grandes eventos se multiplicaban y los presupuestos no eran un problema. Maazel pidió salarios altos con los que atraer a grandes músicos y más de 5.200 se presentaron. Hoy, tras una severa crisis, recortes, un ERE con reducciones salariales y la cúpula del coliseo „no solo la arquitectónica„ cambiada por completo, las expectativas son otras. Pero la OCV continúa siendo un destino atractivo.
