Trece títulos entre óperas en la Sala Principal, otras del Centre de Perfeccionament de cantantes en el Teatre Martín i Soler y conciertos-espectáculos (óperas sin escenografía pero sí vídeos e instalaciones) en el Auditori. Esta es la oferta fundamental del Palau de les Arts para la temporada 2015-2016 „la décima y la de los diez años de la inauguración„ junto al retorno del ballet, desaparecido desde 2011, y cuatro conciertos. En cifras, la propuesta de ópera y zarzuela (excluidos los recitales) del nuevo intendente, Davide Livermore, suma 45 representaciones, frente a las 39 del ciclo que ahora se cierra.

La nueva temporada vendrá marcada por el énfasis en títulos menos populares de los que han dominado la programación los últimos años, desarrollada bajo el criterio fundamental de la autofinanciación. Una clave para entender el teatro de ópera que quiere el nuevo responsable artístico la dan las nuevas producciones propias en la Sala Principal. Serán Idomeneo, título «imprescindible», según Livermore, pero que no está entre los más conocidos de Mozart „basta recordar que Così fan tutte no llenó„, y Sueño de una noche de verano, de Britten, autor que sonará por primera vez en Les Arts, espacio que ha acogido hasta ahora con frialdad la ópera del siglo XX.

Livermore, que ha cumplido con la hoja de ruta que anunció al presentarse en enero pasado (apertura a la música barroca y a la contemporánea), argumentó ayer su propuesta: quiere «consolidar un verdadero teatro público». Y eso pasa, dijo, por no solo «entretener», sino también por formar a los espectadores. Quienes, seguro, se lo agradecerán serán los músicos, a los que les cansa tanto título popular. La apuesta es arriesgada, no obstante. Se verá al final en los balances de taquilla y asistencia.

La ópera del siglo XIX, la del gran público, estará representada por las reposiciones de La bohème (ahora con cantantes que pasaron por el Centre de Perfeccionament, encabezados por Angel Blue) y Aida, junto con otro verdi, Macbeth, que será el que abra la temporada con la voz de Plácido Domingo, que mantiene su compromiso.

Como novedad, para celebrar los diez años, habrá una pretemporada „empezará el 2 de octubre con La bohème y se extenderá hasta el 30 de noviembre„ con precios populares (de 7 a 50 euros las entradas en la Sala Principal) para atraer nuevos públicos. No es seguro que se mantenga en años venideros. Sí continuará desaparecido el festival de verano, si bien planea algo estable en torno a Martín i Soler con Turín, Viena y San Petersburgo.

El intendente, que rechazó hablar de su situación contractual y del cambio de gobierno para no tapar la programación, admitió que «la idea» de la pretemporada es de su predecesora, Helga Schmidt. De su gestión hereda también Macbeth y Samson et Dalila, dijo.

El nombre del año es Gregory Kunde. El tenor cantará en dos óperas, dirigirá un concierto y es head-coach del Centre de Perfeccionament. Junto a él, valencianos como Cristóbal Soler (debuta), Cerveró, Alapont, Carmen Romeu o Rosana Pastor. Javier Cámara, Rossy de Palma y Carlus Padrissa, que regresa, serán otros protagonistas.