Cayó la Mostra hace cuatro años y ahora podría caer Cinema Jove. La salud del único festival de cine en Valencia es extremadamente frágil, si atendemos a las palabras de quien es su máximo responsable desde hace quince ediciones, Rafa Maluenda. El director del certamen constataba ayer en un primer balance del festival un diagnóstico que ha ido manifestándose en los recortes de los últimos años, al ritmo que menguaban los recursos para la organización del certamen hasta quedar un presupuesto a su juicio famélico, al borde de la muerte por inanición.

«Es imposible que Cinema Jove continúe en estas condiciones; se ha podido realizar así este año, pero no podemos hacer de la excepción una norma», lamentaba el responsable del festival. Maluenda se refiere concretamente a los 550.000 euros con los que se ha realizado en la presente edición, lejos del millón que apuntalaba el festival en época de bonanza.

El director apuntaba a la imposibilidad de mantener el estatus del festival «con una diferencia de presupuesto bárbara» respecto a otros certámenes especializados con los que compite Cinema Jove. «Queremos ofrecer premiere española cuando otros festivales pueden tener bastante más dinero», objetaba Maluenda, que acudirá con este mensaje de alerta al nuevo gobierno, aunque matiza que no pedirá «cambios radicales». «Tenemos que plantearnos realmente qué necesita el festival», deslizaba el responsable de Cinema Jove, que reclama recuperar una posición cercana a la de ediciones pretéritas. El incremento en las arcas es necesario, advierte, para mantener un equipo fijo que pueda dedicarse a planificar el festival durante todo el curso y se recuperen prácticas como la de viajar a otros festivales como Berlín si se quiere que la selección de películas mantenga los estándares de calidad.

Maluenda lanza este mensaje precisamente en un momento de cambio de gobierno. En este sentido, el director de Cinema Jove apuntaba que ha recibido mensajes de confianza en el festival desde todos los ámbitos, también del entorno del nuevo gobierno. La tragedia para Maluenda es que las urgencias se imponen para la organización de un evento que este año se ha planeado en un tiempo récord, tras el cambio en el último mes de firma organizadora.

No hay, atendiendo a las afirmaciones del propio Maluenda, un ultimátum para dejar su cargo. Así, el director del festival aseguraba ayer que su intención es seguir al frente de un certamen que bajo su tutela introdujo el requisito del estreno en España para todas las producciones de la sección oficial. Menos concreto se mostraba acerca de una hipotética convivencia con una nueva Mostra, una de las promesas programáticas de Compromís y que elevaría el debate sobre el reparto de recursos „aunque la Mostra corría a cargo del Ayuntamiento y Cinema Jove es responsabilidad de la Generalitat. Maluenda aplazó esa controversia y dejó patente que su preocupación inmediata es conseguir oxígeno para un festival en peligro de extinción.