Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Concierto

De Julio Iglesias a Marc Anthony

Mestalla acoge el primer concierto desde 1997 en la ciudad donde los grandes llenos son para Orriols

De Julio Iglesias a Marc Anthony

En 1997 Julio Iglesias departía con Zaplana en el sofá antes de salir, de doloroso blanco, a cantar al césped del Mestalla. Después del último «¡weah!» de Iglesias, el estadio se cerraría a la música que no fuera la de las bandas que dan la vuelta al ruedo antes de cada partido. Casi veinte años después Marc Anthony volverá a tomar el estadio, ahora que el campo ha vuelto a abrirse a grandes eventos: este mismo año el hogar del Valencia Club de Fútbol ha acogido el espectáculo de los camiones Monster Jam y las licenciaturas multitudinarias de la Universidad Católica.

«Antes te decían que se estropeaba el césped y te ponían una cifra disuasoria para alquilarlo», apunta Vicente Mañó, uno de los promotores valencianos que ha conseguido llenar un estadio. No fue Mestalla, sino el Ciudad de Valencia, un año después de la visita de Julio Iglesias. Mañó cazó entonces a Alejandro Sanz en plena fiebre de su disco Más. «Metimos 30.000 personas y si hubiera tocado en Mestalla lo hubiéramos llenado también. Siete meses antes del concierto se habían acabado las entradas», rememora el promotor. En la ciudad ha sido curiosamente el estadio de Orriols „con una capacidad inferior a Mestalla„ el recinto que ha aglutinado el fervor musical en las últimas décadas. En este sentido los organizadores de grandes eventos coinciden en un hito: agosto de 1986; Simple Minds revienta para ese día y la posteridad las gradas del coliseo granota con 40.000 personas. «En Valencia están el Rock and Ríos, Simple Minds y Alejandro Sanz cuando Corazón partío», sella Mañó.

«Esta no es una ciudad para llenar grandes estadios», capitula el promotor Julio Martí. La sentencia se le escurre de una experiencia triple amarga: a finales de los ochenta encadenó tres conciertos de músicos internacionales que dejaron el coso de la avenida Suecia con desoladores cráteres de público. Los protagonistas fueron, por este orden, Tina Turner, Carlos Santana „con George Benson„ y Prince, en 1990, el último músico de fuera de España en visitar Mestalla. «No llegamos a las veinte mil personas, estaba medio vacío», recuerda Martí. Mañó discrepa de su colega: «Depende del artista por el que se apueste; esto no es Madrid o Barcelona, pero para la medida de la ciudad, si se atina bien, sí que son rentables los grandes escenarios».

Durante los años de ausencia de música en Mestalla, los artistas se han diseminado por los otros grandes espacios de la ciudad. En la Plaza de Toros, cuya capacidad ronda ahora las 9.000 localidades, encontramos los dos llenos de Pablo Alborán hace unas semanas. El estadio del Levante ha acogido a Springsteen y a Police, y Dylan se fue al velódromo. Hay otro gran escenario que ha absorbido a las masas en el inicio del milenio: el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Allí fue Madonna en 2008; allí reunieron 80.000 personas Héroes del Silencio en su despedida, en 2007.

Compartir el artículo

stats