A los 17 años, Antonio Penadés, cogió un tomo al azar de la Biblioteca Pública de Valencia y le atrapó para siempre. Resultó ser un texto del griego Heródoto, considerado uno de los padres de la Historia, que recorrió el mundo gracias a su curiosidad y de quien el mismo Kapuscinski dijo que fue el primer reportero. Ahora, Penadés ha publicado Tras las huellas de Heródoto, un libro escrito tras viajar por las mismas ciudades que Heródoto perpetuó. Gracias a sus tomos hoy se tiene constancia de las gentes que vivían en Asia Menor, de sus tradiciones y de los pensamientos que nacieron en la Antigua Grecia.

El escritor es además periodista, historiador y abogado, y preside la asociación Acción Cívica contra la corrupción. Un grupo de personas de Valencia, ampliado a toda España, que nace con el fin de ayudar a la Fiscalía Anticorrupción. Ahora, compagina como puede su cruzada contra la corrupción con la literatura viajera centrada en la Antigua Grecia.

Esta asociación es «la consecuencia natural» de una acusación popular que Penadés inició tras conocer a través de Levante-EMV la existencia del caso Blasco. «Leí en la prensa que una red se había atrevido a meter mano en fondos públicos destinados a cooperación y tuve la necesidad de personarme como acusación particular», explica Penadés. Cuenta que el caso le afectó «especialmente» debido a que su hijo es haitiano y vivió siete años en el orfanato de Puerto Príncipe. Al conocer que parte de los fondos que se habían robado estaban destinados a la construcción de un hospital en Haití, se enfrentó a la lectura de los 25.000 folios del sumario del caso Blasco y se «plantó» allí como acusador.

Acción Cívica es la continuación de ese impulso, ahora proyecto, iniciado por Penadés a título individual y cuyo resultado es una asociación que lucha por esclarecer la verdad en casos de desvíos de fondos públicos. Recopilan pruebas y se personan como acusación popular.

Esta experiencia no quiso transformarla en literatura, pues prefiere escribir sobre Grecia Antigua.

«Tengo una obsesión por Heródoto desde pequeño. Otros autores que escribieron ensayos sobre Grecia como Platón o Aristóteles son interesantísimos, pero hay algo en su tono que me atrajo. Detrás de sus palabras había una concepción del mundo distinta llena de empatía», expresa.

Para seguir sus pasos y acercarse lo máximo posible a su figura, cogió una mochila, una cámara de fotos y una novela de Gore Vidal llamada Creación, que recrea todas las civilizaciones previas al siglo V a.C. Con nada preparado y con dieciocho días por delante, comenzó su viaje por Asia Menor donde visitó, por ejemplo, la ciudad donde Heródoto pasó su juventud, Halicarnaso. «Es un lugar maravilloso, un rincón del suroeste de la actual Turquía donde sus actuales habitantes siguen teniendo la misma actitud que ya reflejaba Heródoto. Gente despierta, amable, abierta al visitante con un carácter que me sorprendió», describe el escritor.

Penadés define su propio libro como «una modalidad que no había visto en España, que es la literatura viajera». Así, ha conseguido crear «un híbrido» entre historia, viajes y literatura, combinando a su vez, la ficción con la realidad. «Este viaje es susceptible de una continuación. El trayecto de Tras las huellas de Heródoto es por Asia Menor, pero aún falta Grecia Continental. Si todo va bien, en un año seguiré persiguiendo los pasos de Heródoto», adelanta.