Las intenciones del ayuntamiento de municipalizar gran parte de la gestión del Teatre El Musical han cogido por sorpresa a las empresas que aspiraban a su adjudicación y que se presentaron a un concurso que en estos momentos permanece bloqueado, mientras el consistorio trabaja en una reformulación de los términos de la licitación, como se contó ayer en este diario.

El desconocimiento del cambio en la orientación de la sala del Cabanyal es generalizado. «Seremos respetuosos con cualquier decisión, lo importante es que el espacio se abra», manifiesta Enrique Fayos, uno de los propietarios del Olympia en liza por la gestión del TEM. «Que la programación la controle el ayuntamiento no significa que tenga que hacerse con la gestión total», apunta, encuadrándose en uno de los propósitos de la corporación, de dejar algunos puntos de la gestión en manos privadas.

La familia Fayos se había mostrado crítica con el concurso que ahora permanece en stand by, de igual manera que Jacobo Pallarés, de Espacio Inestable, coincidiendo en que se otorgaba un valor desmesurado a la oferta económica, por encima del proyecto cultural. Las empresas consultadas por este diario afirman que esperarán a que el ayuntamiento notifique el cambio de línea en el TEM para valorar si presentan una nueva propuesta. Así se pronuncian desde BAC S.L., que ya controla La Rambleta. Desde otra de las empresas, Infinity, añaden que de convocarse un concurso nuevo se debería indemnizar a las actuales candidatas.