El Festival Rototom Sunsplash invitó ayer de nuevo al cantante Matisyahu a actuar el próximo 22 de agosto después de haber anulado su actuación tras una campaña de «boicot» y pedir disculpas al cantante «por su equivocación». Ante la ola de reacciones condenando la cancelación del concierto, la organización se retractó y permanece «a la espera de que Matisyahu conteste», añadió el director del Rototom, Filippo Giunta.

El cantante judío Matisyahu había sido acusado de «sionista» por parte de BDS País Valencià, un grupo que forma parte de un movimiento internacional de boicot hacia Israel y que había pedido a los artistas que actuaban en el Rototom que «reconsiderasen» su participación debido a que iban a compartir cartel con «un artista que ha colaborado en festivales prosionistas, ha reconocido ser un amante de Israel, ha llegado a afirmar que Palestina no existe y ha justificado el ataque del ejército israelí contra la Flotilla de la Libertad en 2010, que acabó con la vida de diez personas que llevaban ayuda humanitaria a Gaza», según denunció BDS País Valencià. A su causa se sumaron hasta cinco participantes que condicionaron su asistencia a la del cuestionado cantante.

La respuesta en ese momento del festival fue preguntarle a Matisyahu cuál era su postura al respecto. Se pidió que se pronunciara «abiertamente» sobre si Palestina «tiene derecho a tener su propio estado» y que se declarase «en contra de cualquier tipo de violencia». Tras dos días sin respuesta por parte del artista, el Rototom decidió cancelar su actuación.

Esta actitud no sentó bien ni a la comunidad judía, ni a varios grupos políticos que durante estos últimos días se han manifestado en contra del Rototom tachando a la organización de haber actuado de forma racista debido a que el cantante es judío. Entre ellos, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) calificó de «cobarde, injusta y discriminatoria» esta decisión. A las quejas se sumaron el Gobierno central y el de la Generalitat, así como la Embajada de Israel en España, que también consideró el veto «una discriminación por su condición de judío». El propio artista sí se manifestó en esta ocasión para denunciar la «presión espantosa y ofensiva» por parte del festival para pronunciarse sobre sus creencias políticas.

El director, por su parte, apuntaba ayer tras reconocer que se equivocó al cancelar la actuación que actuó «de buena fe» para evitar posibles problemas. Lo más importante, añadió, «es respetar el derecho de una persona a expresarse» y explicó que anular el concierto «no fue una forma de censura sino de eliminar un problema y un conflicto».

Desde BDS País Valencià aseguraron, tras conocer que el festival había invitado de nuevo a Matisyahu, que su posición en cuanto a la actuación del cantante vuelve al origen de la campaña: «queremos declarar que reafirmamos los argumentos sostenidos las últimas semanas».