El final de la polémica sobre la actuación del cantante estadounidense judío Matisyahu es, a día de hoy, una incógnita. A falta de un día para que el artista cante en el Festival Rototom Sunsplash de Benicàssim, la organización no ha tenido noticias por parte del cantante que confirmen su concierto. «Sabemos que recibió la invitación y estamos esperando que nos diga algo» comunican desde el festival. Mientras tanto, el cantante continúa con su gira por Europa. Anoche asistió a un festival en Trutnov (República Checa), hoy está previsto que acuda a Bratislava y mañana es la fecha en la que, en principio, actúa en Benicàssim.

La incógnita sobre si actuará o no es consecuencia de que el propio festival anulara el sábado pasado el concierto del cantante tras una campaña de boicot iniciada por BDS País Valencià, quienes acusaban al cantante de «sionista» y de «haber justificado ataques del ejército israelí contra la Flotilla de la Libertad en 2010 que acabó con la vida de diez personas que enviaban ayuda humanitaria a Gaza».

Esta campaña, sin embargo, no inició la semana pasada mediante un boicot directo al artista, sino que «la tercera semana de julio» fue cuando «advirtieron» al festival de que llevaban en su cartel a un artista que «había realizado declaraciones en contra del pueblo palestino». Tras la insistencia de BDS y con el impulso de varios grupos que condicionaban su presencia a la del festival, la dirección del Rototom se dirigió al artista para pedirle que se manifestara sobre si los palestinos tienen derecho a tener un estado y para que negara cualquier tipo de violencia por ambos bandos. Hoy se cumplen siete días desde que el festival pidió al cantante que se pronunciara.

Tras el silencio de Matisyahu, interrumpido únicamente para denunciar que la insistencia del festival fue «terrible y ofensiva», Rototom decidió anular su actuación «fruto de la campaña de presiones, amenazas y coacciones promovidas por BDS». Sobre esto, el miércoles se defendió este movimiento asegurando que pidieron al festival que «reconsiderase la participación del cantante sin ningún tipo de coacción» y añadieron sobre las acusaciones de ser racistas que era «absolutamente irrelevante que Matisyahu fuera judío».

Al debate se sumaron las comunidades judías, el gobierno central, la Generalitat y toda una explosión de opiniones en las redes sociales. El Consell en concreto reprobó públicamente la decisión del festival de haber anulado la actuación del cantante y ayer Mònica Oltra, vicepresidenta y portavoz del Consell, vio «bien» que la dirección rectificase. «No se ajusta a lo que tiene que ser una sociedad democrática, avanzada e inclusiva, que no hace procesos inquisitoriales», aseguró Oltra, quien ya había dicho que «no se puede practicar un apartheid a nadie por su religión».

No se manifestó ayer de la misma manera Josep Nadal, cantante de La Gossa Sorda „uno de los grupos que declina su actuación del Rototom por la presencia de Matisyahu„ quien además es diputado en las Corts por Compromís. Nadal atribuye las declaraciones de Mònica Oltra a la «falta de información». «Respeto lo que han dicho pero no lo comparto. Es un tema muy complicado y difícil de explicar. Matisyahu colabora en festivales que recolectan fondos para el ejército de Israel y cuya causa es perpetuar la cultura sionista en la juventud», asegura Nadal. Para el cantante y político, «el sionismo tiene armas muy potentes en medios, políticos y asociaciones como se ha visto» y que precisamente desde «la cultura y la política hay que parar eso».

Mucho más tranquilo fue el acuerdo que el Rototom alcanzó en 2012 con la Federación Estatal de Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) para combatir la homofobia en el reggae, donde se establecieron bases para contribuir a erradicar actitudes y mensajes discriminatorios en la escena jamaicana del festival.