Llegó precedido de un redoble de páginas y sus movimientos fueron custodiados por un estricto grupo de seguridad para sellar su presencia en el Rototom. Al séquito que tuteló la polémica visita de Matisyahu al Rototom se unió también un reducido grupo de empresarios judíos españoles en señal de bienvenida, según ha podido saber este diario. A la expedición se incorporó el exconseller Máximo Buch, quien incluso departió unos instantes con el cantante y se fotografío con él tras la actuación. Buch, actualmente diputado en las Corts por el Partido Popular, acudió al concierto a título personal, no en representación del partido. La iniciativa de este grupo de empresarios de secundar a Matisyahu estuvo motivada por la controversia levantada en las últimas semanas y la intención fue precisamente amortiguar el aterrizaje del artista.

La comitiva estuvo con Matisyahu en el hotel donde se hospedaba en Castellón, donde lo recogió la furgoneta y lo trasladó al recinto del Rototom. Los empresarios que le acompañaron, incluido el exconseller, accedieron al festival como miembros de la propia banda de Matisyahu, pasearon por la zona de acampada y permanecieron en el backstage durante y después de la actuación. De ahí salió la imagen que el exconseller publicó en Twitter y las declaraciones que ofreció en estas páginas tras la actuación, apuntando que había visto «contento» al cantante antes y después del espectáculo.

¿Pero quiénes eran esos empresarios que acogieron a Matisyahu? Este periódico ha podido saber que uno de ellos era David Hachuel, dueño del grupo especializado en cemento Excem y vicepresidente de la Federación de Comunidades Judías en España. Es hijo de Mauricio Hachuel Toledano, magnate que fundó la cementera y que se convirtió en primer presidente del Comité Internacional Judío Sefarad, además de presidir la Federación Sefardí en España; de hecho el padre de David Hachuel fue premiado con el Príncipe de Asturias de Concordia y el premio Jerusalén 3000 en 1995, otorgado por el que fuera primer ministro de Israel Isaac Rabin.

La figura de David Hachuel, quien fue a animar a Matisyahu, descollaba en una fotografía en 2012, en la que se parecía escenificar el desembarco de Eurovegas en la Comunidad de Madrid. En esa instantánea, Hachuel aparecía a la derecha de Sheldon Adelson el multimillonario del juego que osciló entre Madrid y Barcelona para situar una nueva sede de su imperio. Según publicaron varios medios en su día, Hachuel era el asesor de confianza de Adelson en España, un hombre instalado en los círculos de decisión más poderosos del Estado, como informaba El Condifencial.

Falta por establecer un puente: el que lleva de Hachuel y el resto de empresarios que secundaron a Matisyahu hasta quien fuera máximo responsable de Economía, Industria, Turismo i Ocupación en el gobierno de Alberto Fabra: Máximo Buch trenzó amistad con varios de estos empresarios, incluido el propio Hachuel, hace dos años, cuando realizó un viaje a Israel para participar en el foro Go4Europe en busca de inversores israelís en nuevas tecnologías para la Comunitat. A ese mismo encuentro en Tel Aviv viajó con un cuarteto de empresarios y allí es donde coincidiría con Hachuel. Ellos son los que le invitarían a unirse a la expedición para arropar a Matisyahu en su actuación más polémica. El cantante no dio ni un paso en solitario durante su estancia en suelo valenciano.