En ella, sus festejos se desarrollan en el incomparable marco qu, en la plaza mayor de la ciudad, conforma un palenque de madera compuesto por el montaje de 29 peñas cadafaleras, que supone todo un cuasi inverosímil prodigio arquitectónico. Las más de 4.000 localidades que afora el coso tras las últimas reformas llevadas a cabo se verán, como viene siendo habitual a lo largo de ya muchas décadas, colmadas tarde tras tarde de un público entusiasta y que dota de un singular colorido a los espectáculos.

Los cronistas de la Villa fijan en el año 1.847 la fecha de la consolidación de los festejos taurinos en esta localidad, si bien otros estudiosos se remontan a 1.780 para situar los primeros espectáculos relacionados con el toro en Algemesí. Del magnífico libro sobre la historia taurina de esta ciudad, escrito por Carlos Bueno, se infiere que éstos se celebraron ya desde muy antiguo en la plaza del Ayuntamiento ó Plaza Mayor, donde se ha venido construyendo un coso de madera, rectangular, o más bien de forma cuasi trapezoidal. Conformado en la actualidad por los citados «cadafales» de cuya construcción se encarga cada una de las 29 peñas concesionarias de los mismos. Los nombres de las mismas son variados y curiosos: «Kasidebaes», «Pataes - L´hem errat», «Tinc son», «Mesinfot», «Fanecaes - Mao», «Alí Galló», «Tot begut» o la debutante «Nia pa tots», entre otros. La presidencia de los festejos se sitúa en el balcón de la casa consistorial y el reloj de la torre de la basílica señala la hora del comienzo de los festejos, cuyo claustro también se utiliza como capilla de la plaza, que cuenta también con un amplio tendido de los sastres, conformado por los balcones de los edificios colindantes.

El ciclo, organizado por la comisión taurina de la ciudad a cuyo frente está Alberto Fernández, consta este año de seis novilladas picadas, una de rejones y dos de promoción, estas con participación de alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia. El cartel anunciador de esta setmana de bous está firmado por el artista Álvaro Taléns, ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento y la Comisión taurina. A pesar de la crisis, lo cierto es que la citada comisión sigue tirando para delante, y ha montado una feria de elevado nivel ganadero, plano en el que destaca la presencia de hierros como los de Guadalmena, Cebada Gago, Torrestrella, Guadaira o Núñez del Cuvillo.

En la misma también sobresale el anuncio de los novilleros valencianos Cristian Climent, José Antonio Navas, Fernando Beltrán, Varea, así como de lo más granado del escalafón, con Ginés Marín y Álvaro Lorenzo a la cabeza. El espada local Jorge Expósito estaba inicialmente anunciado, si bien a última hora decidió caerse de la cartelería por motivos tan particulares como respetables. En liza estarán los trofeos Taronja d´Or y Taronja de Plata destinados al novillero y becerrista triunfadores.

Los antitaurinos volverán a hacer acto de presencia, para tratar de entorpecer la celebración de una fiesta de gran raigambre y más que secular tradición, y en la que toma parte toda la población en pleno, de todas las edades y estratos sociales. En las becerradas cadafaleras, y para que haya paz, no se matarán los astados que se lidien, tras la enorme polémica que se desató el año pasado. Pero lío habrá de todas formas. Seguro.

Con todo, la plaza se llenará las nueve tardes de toros, algo que en los tiempos que corren supone todo un hito y una bocanada de aire fresco. Nueve festejos, nueve llenos. Toros, fiesta y diversión. ¿Hay quién dé más?