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Música

Primer puente de Les Arts al Palau

Joan Enric Lluna será el primer músico de la formación del coliseo que dirige la Orquesta de Valencia

Primer puente de Les Arts al Palau

Ha costado. Diez años después, un músico de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), residente del Palau de les Arts, ha podido andar los pocos metros hasta el otro gran auditorio de la ciudad, el Palau de la Música, para ponerse al frente de su formación. Estos días está con los ensayos. El concierto será mañana. Joan Enric Lluna, clarinete solista de la OCV y director con experiencia internacional, tomará la batuta de la Orquesta de Valencia (OV) en un concierto de pretemporada con obras de Mendelssohn y Martín i Soler.

Lluna quita trascendencia al hito. «Creo que hubiera pasado igual», afirma sobre su condición de intérprete de la formación de Les Arts y su presencia mañana al frente de la OV. Eso sí, confiesa su «ilusión» y la importancia que supone para su carrera como director, que ha cobrado mayor dimensión en los últimos meses. En especial, después de que una de las principales agencias de representación de directores del país (Musiespaña) lo incluyera el pasado marzo en su cartera.

La Historia dice, sin embargo, que el kilómetro de distancia entre los dos gigantes de la música clásica en Valencia ha sido un muro casi infranqueable desde la inauguración del teatro de ópera hace ahora diez años. Al menos, entre los gestores hasta hace poco de ambas instituciones, reacios a propiciar intercambios y conexiones. Entre los músicos, claro, sí que ha existido relación.

Alguna grieta se ha ido abriendo con el tiempo en el muro. Así, Lluna pudo dirigir el pasado febrero a la Manchester Camerata en el auditorio. Pero la oportunidad de la OV parecía vedada. Hasta ahora. El paso siguiente quizá sea la dirección durante la temporada de abono.

La propuesta partió de los actuales responsables del Palau. En concreto, del subdirector de Música, Manuel Muñoz, quien contó con la aquiescencia del titular de la orquesta, Yaron Traub, señalaron ayer fuentes del auditorio.

«Todo ha ido muy rápido, surgió hace un mes», recordaba ayer el artista de Godella. Lluna y Muñoz mantienen una buena relación y han colaborado hasta ahora en la gestión del festival de música de cámara Residències, que dirige el clarinetista en su municipio de residencia.

Para Lluna, pisar el podio de la sala Iturbi supondrá de alguna manera recordar sus inicios, cuando con 18 años la Orquesta de Valencia fue, por una sustitución del clarinete titular, la primera con la que tocaba en su vida. Así, dirigir ahora a sus músicos es estar con «colegas de toda la vida». El director no escatima elogios hacia ellos. «Y no es por quedar bien», apostilla.

El programa del concierto es popular, ya que es el último del ciclo gratuito Concert per a tots. Lo ha elegido Lluna, aunque en diálogo con los músicos. Su primera idea fue incluir la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorak, pero la descartó después, porque la OV la tiene demasiado transitada. Optó después por la «Italiana», de Félix Mendelssohn, por su alegría, y la completó con un Nocturno para vientos del mismo compositor «poco interpretado» y «precioso», que compara con el de Sueño de la noche de verano. El Konzertstücke, también de Mendelssohn, para dos clarinetes „siempre ha de haber algo de viento„, supondrá que Lluna también cogerá el clarinete junto a José Vicente Herrera, el titular de la OV. El director quería también alguna presencia valenciana y, por eso, la obertura de Una cosa rara, de Vicent Martín i Soler.

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