Víctor Costa (Benimàmet, 1974) es un tipo con mucha gracia. Tiene chispa. Y una historia divertida que contar. ¡Que se lo pregunten a los suizos!. Porque su webserie sobre la religión «Mi mujer es pastora» „«Ma femme est pasteure»„ triunfa en el país alpino y ha sido seleccionada para los festivales de Bilbao, Marsella, Londres... Y hasta el de Río de Janeiro y ahora el de Nueva York.
Lo curioso del caso es que la historia que cuenta este actor valenciano, y que engancha en Suiza, está basada en su vida real. Porque Carolina, su mujer, es pastora de la iglesia protestante de Ginebra, mientras que Víctor es católico, pero no practicante.
«Mi mujer es pastora» es un singular proyecto y divertido que llevan a cabo conjuntamente este matrimonio, y que retrata las vivencias de la pareja y sus respuestas ante las vicisitudes cotidianas desde una perspectiva irónica, divertida y espiritual. Situaciones, como entierros, bodas y misas que ella domina y ante las que él intenta responder, pero sin comprender muy bien los códigos.
Esta brillante idea tiene una peculiar historia detrás. La cuenta el propio Víctor Costa: «Yo me fui de Valencia en el año 96 a estudiar en el conservatorio de París, quería ser actor, porque había estudiado en el Liceo francés y se me daba bien el idioma», relataba el actor desde Ginebra. «Allí conocí a una persona, Carolina, que hoy es mi esposa porque estaba estudiando canto y piano. Durante este tiempo estuvimos haciendo juntos canciones teatrales en la escuela de música, tuvieron muy buena aceptación, y pensamos en montar algún proyecto divertido porque estaban muy de moda las píldoras cómicas estilo Cámara-café».
Y su primera experiencia conjunta comenzó a tener éxito. Según cuenta, empezaron a llenar a diario el teatro y tal fue la acogida que pronto pensaron el proyectos más ambiciosos. Crearon Atrapod, la productora de la serie televisiva «Bienvenue Chez Nous», que ya acaba de iniciar su 5ª temporada en los principales canales de la televisión suiza, y que también parte de la realidad para adentrarse en la ficción: un español, en plena crisis, coge su mochila y llega al país helvético buscando fortuna, pero encuentra a una ginebresa de la que se enamora y con la que vivirá su primera crisis cultural. «Mi mujer es de madre danesa y padre italiano, imagina los idiomas que se hablan en la mesa cuando nos sentamos a comer», decía.
Pero el éxito rotundo estaba por llegar. «Pensamos en hacer una mini serie entera, mi mujer había estudiado teología cinco años y le apetecía volver a Ginebra. Y fue ahí cuando nos planteamos la idea de hablar sobre nosotros y pusimos en marcha Mi mujer es pastora. La verdad es que comenzó a tener mucho seguimiento y, por ejemplo, estos días me han llamado de France 2 para hacer un reportaje», revelaba.
El secreto de «Ma femme est pasteure» no es otro que sincerarse de manera divertida delante de la cámara. Y en Suiza, eso se agradece. Víctor Costa piensa que el éxito de la webserie radica en que «hablamos de cosas existenciales sobre religión de un modo divertido y humorístico. Yo creo que la clave del éxito es que no hay ficción, sino que somos una pareja en la vida real, el trabajo es el nuestro, y esa base sólida es lo que engancha».
Ahora, Víctor Costa se plantea ser Quijote y busca hacer algo en España. «Ya hemos empezado los contactos, tengo ganas de hacer algo en casa, pero de momento no se nos ha subido el éxito a la cabeza y vamos como Simeone, paso a paso», bromeaba, «yo estoy muy conectado con Valencia, mi abuelo vino aquí en Talgo pero ahora estamos a una hora y media y con internet te enteras de todo lo que pasa ahí. Y tengo ganas de hacer algo divertido», concluyó.
http://mafemmeestpasteure.ch/
