Los familiares de la agente literaria Carmen Balcells celebraron ayer un funeral íntimo y exclusivamente familiar en su pueblo natal, Santa Fe de Segarra (Lleida).

Además de los allegados a la agente literaria, en la ceremonia estuvieron presentes amigos, como el escritor Eduardo Mendoza, al que representaba. No obstante, la familia Balcells organizará próximamente un acto público en su memoria.

Mientras, Balcells, fallecida el lunes en Barcelona, tenía «la voluntad inequívoca» de que fuera el Estado el que mantuviera la totalidad de su archivo y ya habían «negociado y cerrado» la venta por 1,5 millones de euros más 700.000 euros en exenciones fiscales, de lo que aún era de su propiedad, dijo ayer el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

Según el alto cargo, en dos años de negociaciones Balcells siempre había manifestado su expreso deseo de que lo que aún permanecía en su poder, 3.200 metros lineales de materiales, se uniera a lo que el Estado le compró en 2010 (mil metros), por lo que pagó tres millones de euros y que custodia el Archivo de Alcalá.

Sin embargo, fuentes de la Consellería de Cultura catalana admitieron ayer que existe interés por la Generalitat en quedarse con la parte del archivo de Balcells que no había sido adquirido por el ministerio. Según estas fuentes, el conseller había mantenido conversaciones con ella por esta cuestión, la última la semana pasada.

«No es cuestión de polémicas, sino de que se respete la voluntad de Balcells», replicó Lassalle. El proyecto, dijo, «habrá que retomarlo con los herederos y tratar de que se respete su voluntad, que es inequívoca a la luz de toda la documentación».