Viene a Valencia a hablar de periodismo y de las herramientas que utiliza para analizar las historias que suceden en un mundo convulso. ¿Nos adelanta algunas?
El periodismo ya está inventado. Ahora hay que adaptarse a los nuevos formatos y saber que tu producto es global. No sólo escribes para un periódico, trabajas para una radio o haces un documental para televisión, tienes que pensar en las ideas que vas a soltar por Twitter o las fotografías que vas a publicar en Instagram? Alguien me dijo una vez que yo hacía un «periodismo clásico».
¿Y no es así?
El periodismo no es ni clásico ni moderno. Hay que adaptarlo porque no seguimos trabajando con una máquina de escribir, pero las bases son las mismas: las «cinco W» y tratar de explicarlo todo desde la experiencia. Veinticinco años de trayectoria me proporcionan una visión particular y eso me aleja del concepto de la objetividad que siguen cacareando en las facultades.
La facultad de periodismo está llena de estudiantes que sueñan con llegar a ser reporteros internacionales. ¿Lo suyo fue vocacional?
Tengo la suerte de hacer el periodismo que me ha gustado siempre. Lo que es vocacional es tener ganas de contar historias y articular tus habilidades para hacerlo de manera seria y adecuada. Que las facultades estén llenas de estudiantes que quieran hacer grandes reportajes o documentales es un mito.
¿Qué es lo que más le impacta de su experiencia en «La tierra prometida»?
La zona la he visitado más de quince veces y me la conozco con los ojos cerrado. Hemos hecho un retrato solamente de los colonos israelíes, los que ellos llaman «pobladores». Palestina es un barril de pólvora que estalla cada cierto tiempo cuando salta la chispa. Me quise meter en el barril para ver por qué se produce esa pólvora. La idea que nos llega y que sigue funcionando es la noticia a través de brotes de información en caliente: intifadas, atentados, asesinatos, acuchillamientos? Es el momento en el que todos los periodistas van allí a ver qué pasa y eso crea desinformación.
¿Ha servido de algo la política en este conflicto?
Desde 1948 el conflicto sigue ahí. Nada ha conseguido terminar con el problema y dentro de 300 años los historiadores recordarán más guerras. La política está para buscar soluciones y el periodismo está para poner el foco donde no funciona.
¿Qué opina de la cobertura mediática que se ha hecho de los atentados de París?
Han pecado otra vez de creer que mandando a las caras más conocidas de la televisión se hacia la mejor cobertura posible y que así se obtenía rango de importancia internacional. Y ahí hay varios fallos. Los que tienen que hacer esa información son los que controlan los datos y la zona.
