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Cargo

La "rifa" de la AVL viene a menos

Miquel Navarro anuncia su dimisión, de modo que no serán más de tres los académicos que tendrán que irse por sorteo - En la casa se ve probable alguna renuncia más antes del pleno de mañana

La "rifa" de la AVL viene a menos

Insaculación es etimológicamente introducir algo (papeles o bolas) en un saco. En la tradición medieval de la Corona de Aragón fue un procedimiento habitual para elegir cargos locales sin caer en partidismos y sectarismos. La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) recuperará mañana este viejo mecanismo para decidir qué miembros de la institución deberán abandonarla el próximo 15 de junio.

Tendrían que irse, según la ley de creación del organismo, un tercio (siete) de los 21 componentes, pero al haber vacantes y dimisiones „incluso de última hora„ la cifra se ha reducido.

A las plazas por cubrir de Ascensió Figueres (se fue en 2011 al Congreso de los Diputados) y Pere Maria Orts (falleció en febrero pasado) se unió la renuncia el viernes último de la exsecretaria de la AVL Soledat González Felip.

Y el sacerdote e historiador Miquel Navarro confirmó ayer a Levante-EMV su decisión de dimitir formalmente antes del pleno de mañana. «No hay que eternizarse en los cargos», dijo. Alegó además que ahora es vicedecano de la Facultad de Teología, lo que le deja poco tiempo para la actividad académica, que cree que debe estar más protagonizada por expertos en lengua.

Puede no ser la última renuncia antes del pleno. Existe algún otro académico que ha comentado en privado su voluntad de apartarse para evitar que otros miembros más activos en la actualidad puedan ser los elegidos en la rifa „así la califican algunos en la casa con ironía„ de mañana.

Así, al existir dos vacantes y dos dimisiones, serán tres „podrían ser dos si el último académico referido da finalmente el paso„ las bolas que el secretario general de la AVL, Agustí Colomer, tendrá que sacar mañana de un saco que ya está preparado. Cada bola tendrá un número, que corresponde por orden alfabético a los académicos (el 1 será Artur Ahuir y así, hasta Alfons Vila).

Los elegidos para irse permanecerán hasta junio en la casa y participarán en la elección de los siete nueve miembros, entre los que habrá mayoría femenina, ya que ahora solo hay una mujer de 18 (Verònica Cantó).

El proceso de rotación se vive con preocupación y nervios entre algunos académicos. Los que se vayan ahora (sean tres o dos) podrían ser nombrados académicos nuevamente en la próxima renovación de un tercio, dentro de cinco años. Eso si no se modifica antes la ley para hacer los puestos permanentes hasta una edad (70 años). Algo similar sucede en el Institut d'Estudis Catalans (IEC). En la RAE los cargos son de por vida.

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