Miguel Hernández no tiene orígenes japoneses; de hecho, nació en Valencia hace 37 años y ha vivido en Picanya hasta que en 2009 se mudó a Londres. Sin embargo, estas raíces «occidentales» no han sido óbice para que Hernández haya resultado ser ganador del concurso al mejor sumiller de sake del año que el mes pasado se celebró en la capital británica, tras imponerse a participantes de todo el mundo.

Hernández recuerda a Levante-EMV que dejó dos buenos trabajos en Valencia —en el restaurante La Sucursal como sumiller y en el CdT de Valencia como formador— para lanzarse a la aventura en Londres. «Me vine en 2009 con mi mejor amigo, Paco Rives, para aprender ingles y vivir la experiencia, sin hipoteca, sin novia, con 31 años... era 'ahora o nunca'», explica. «Nos vinimos sin saber que la crisis en nuestro país iba a venir. La idea era un año aquí, luego fue hasta las Olimpiadas de 2012... Ya no me quedan excusas para seguir aquí, así que me planteo volver a la terreta pronto», señala. Mientras, empezará a trabajar como restaurant manager en un establecimiento japonés en Londres llamado Engawa.

Su afición al sake llegó por motivos profesionales. «A pesar de haber empezado a trabajar en lugares tradicionales como El Ritz London Hotel, las vueltas de la vida me llevaron a una compañía con restaurantes con estrella Michelin en los que la gastronomía era cantonesa y el sake era parte de la carta de vinos, como no tenía ni idea pues empecé a estudiar y a interesarme por el sake cada vez más, hasta aquí y ahora», recuerda.

Un concurso exigente

El concurso fue duro, aunque ya sabía a lo que iba pues se presentó el año anterior y quedó en tercer puesto. El jurado examina no solo la maestría de los candidatos a la hora de elegir y servir sake, sino que además deben pasar pruebas escritas tanto de tipo test com de redacción. El premio es un viaje a Japón con los gastos pagados, donde Hernández tomará cursos avanzados de sumiller de sake, que le permitirán impartir clases sobre la bebida japonesa en cualquier lugar del mundo.

Y, ¿qué debe tener un buen sake? Según Hernández, «además de la calidad de los ingredientes y de los métodos de producción, depende y mucho de factores que te atañen a ti mismo... como tu estado anímico, tipo de situación en la que lo quieres disfrutar, compañía que tengas, comida, época del año... igual que el vino», explica.