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Winton Dean, desmentido

Silla

palau de les arts (valencia)

De Haendel. Int. Benedetta Mazzucato (Silla), Adriana di Paola (Claudio), Karen Gardeazabal (Metella), Elisa Barbero (Lepido), Federica di Trapani (Flavia), Nozomi Kato (Celia), Michael Borth (Dios/Scabro), Escola Superior d´Art Dramàtic de València y Orquestra de la Comunitat Valenciana. Directora de escena: Alessandra Premoli. Director Musical: Fabio Biondi.

Winton Dean, laureado musicólogo británico fallecido casi centenario hace dos años, sentenció que el de Silla era el peor libreto (de Giacomo Rossi) con música de Haendel. A base de talento, en la Martin i Soler de Les Arts lo desmiente rotundamente la joven italiana Alessandra Premoli, capaz de resolver incluso los varios momentos de incongruencia entre el carácter de la música y la dura situación dramática con contrastes de impacto demoledor, como por ejemplo cuando Claudio canta henchido de felicidad en el proscenio mientras a sus espaldas Celia es violada por el tirano. El en sí mismo elocuentísimo parlamento-circo diseñado por Manuel Zuriaga, el vestuario de José María Adame, la iluminación de Antonio Castro y el maquillaje de quien sea tampoco merecen sino elogios.

Excepto por la breve intervención del dios que alienta la ferocidad del protagonista en sueños y que el bajo Michael Borth encarna competentemente, en el reparto las únicas voces masculinas previstas son las de Silla y Claudio, pensadas para castrati, mientras que las otras cuatro lo fueron para sopranos. En principio y por la calidad del elenco (otro éxito del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo), la asignación de los seis papeles a mujeres (insistimos: muy eficazmente caracterizadas) constituye un acierto más de este montaje.

Todas en sus inicios profesionales y por tanto aún con margen de mejora, en la noche del estreno al menos ninguna dejó de anticipar una carrera llena de triunfos. Aunque por poco, pues, la palma se la llevó en todo caso la soprano Federica di Trapani, que sólo debería corregir una mínima metalización en la zona de paso.

Admirable fue también la respuesta de los veinticuatro instrumentistas a la provechosa lección impartida violín en ristre por el maestro Fabio Biondi.

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