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Hallazgo

Aparece en Londres un documento clave de la Ilustración valenciana

Un investigador localiza el inventario de la biblioteca de Manuel Martí, patriarca de los reformistas

Aparece en Londres un documento clave de la Ilustración valenciana

Manuel Martí (1663 - 1737) es un personaje fundamental en la Ilustración valenciana, pese a no ser el más conocido. Heredero del pensamiento de Nicolás Antonio y maestro de Gregorio Mayans, ese papel lo convierte en patriarca del pensamiento reformista valenciano, representado por Francisco Pérez Bayer, Antonio Cavanilles o Juan Bautista Muñoz. De ahí, la importancia del hallazgo realizado hace un mes en la British Library de Londres por Nicolás Bas, profesor del departamento de Historia de la Ciencia de la Universitat de València y experto en este periodo histórico.

Bas investigaba sobre la presencia del libro español en Europa en el siglo XVIII cuando dio «por casualidad» en un artículo con una referencia a la subasta realizada en Londres en 1729 de la biblioteca de Manuel Martí. El apunte le motivó a bucear en fuentes bibliográficas británicas hasta encontrar en los fondos de la British Library el catálogo de los libros de Martí.

Era conocido que el ilustrado nacido en Oropesa, formado en Valencia y Roma y que murió en Alicante como deán de la ciudad había vendido su librería. Y Bas recordaba las palabras de Antonio Mestre „la autoridad en la materia„ sobre cómo la relación de libros de la biblioteca de Martí sería fundamental para entender la Ilustración valenciana. Por ello, la sorpresa al dar con el documento y la pasión con la que habla ahora de él.

Pasión también porque el inventario refleja una biblioteca «fabulosa», formada por casi 4.000 títulos. «Si tenemos en cuenta que a partir de 250 libros una biblioteca ya era grande en el siglo XVIII, la de Martí era muy importante», explica el investigador de la Universitat a Levante-EMV.

Además, era un fondo de calidad, con cerca de 40 incunables (libros impresos entre 1453 y 1500), «que es una barbaridad», al nivel de otros grandes ilustrados europeos. Una biblioteca, por ejemplo, mayor que las de Cavanilles o Muñoz.

A falta de un estudio más profundo, una primera mirada al catálogo revela a un personaje de «rabiosa modernidad en el siglo XVIII, partidario de las corrientes ideológicas más avanzadas y de la revisión crítica de las tradiciones».

La importancia del hallazgo para los estudiosos actuales radica en que supondrá la aproximación más certera a los libros y las ideas que sirvieron de germen a la Ilustración valenciana.

¿Por qué Martí vendió su gran biblioteca? Bas no duda. No cree que fuera por necesidades económicas porque el deán de Alicante „no implica que ejerciera en los oficios religiosos, aclara el profesor„ era soltero y había tenido dos cargos de bibliotecario, previsiblemente bien remunerados: primero del cardenal Sáenz de Aguirre, en Roma, y luego del duque de Medinaceli, en Madrid, de 1705 a 1717. La vendió por hartazgo, cansado de sentirse marginado y ninguneado en España. En especial, después de que le fuera negada la plaza de bibliotecario real por antijesuita.

Y elige Londres para la subasta porque los coleccionistas británicos eran los más interesados en los libros antiguos. «Sabe que allí serán más valorados», afirma Bas.

Se desconoce el importe que el ilustrado obtuvo de la venta, pero el documento de la British Library permite saber que los libros se expusieron durante ocho días antes de la subasta en la tienda de David Lyon en el Covent Garden de Londres. Empezaron a venderse un 3 de febrero y es un emigma cuando finalizó la subasta. Los volúmenes de la Bibliotheca Martiniana se dispersaron así por el mundo, pero por fortuna quedó el catálogo con los miles de títulos que la componían.

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