­En los maratones organizados durante las semanas previas al estreno, los más avezados en Star Wars tienen su propia opinión acerca del orden correcto para ver las películas y allanar el camino de la memoria, en el que predominan dos corrientes de espectadores.

El orden cronológico. Aboga por seguir la secuencia de estrenos: ver los episodios IV, V y VI y después los I, II y III. Es la más extendida, si bien deja muy lejanos los acontecimientos de El retorno del jedi a la hora de enlazarlos con el VII. Por otro lado, con motivo del estreno de las precuelas, Lucas remasterizó las películas originales, limpiando los efectos visuales de 1977. También incluyó en la imagen digital de Hayden Christensen, el actor que encarnó a Vader en la última trilogía.

El orden machete. Defiende una secuencia alternativa: IV, V, y luego II, III y VI. El salto de las originales a las modernas busca explicar la historia entre Luke y Darth Vader para, antes del último episodio hacer un flashback que cuente los orígenes del villano y del Imperio. La resolución dejaría al espectador preparado para la nueva trilogía y se prescinde de La amenaza fantasma, considerada irrelevante.