Más «chatín» que nunca, a sus 86 años, Arturo Fernández llega a Valencia en esencia pura: «¿Qué culpa tengo yo de que hasta el clerigman me siente tan bien?» Fernández presentó ayer la obra de teatro Enfrentados, que lo tendrá sobre los escenarios del Olympia desde hoy y hasta el próximo 20 de marzo.
En la obra, de Bill C. Davis y adaptada por Carmen Quesada, Fernández da vida al padre José María, un sacerdote de gran carisma y probablemente llamado a mayores responsabilidades, querido por sus acaudalados fieles que no dudan en agasajar al religioso con exquisitos vinos que él degusta con finura. El joven Tomás (interpretado por Bruno Ciordia), un seminarista «terriblemente fiel a sus creencias, pero que no tolera la burguesía que pueda existir en la Iglesia o el conformismo», se cruza en su camino. El padre José María encarna los valores tradicionales de la Iglesia; el joven Tomás, sin embargo, es rebelde; plantea al veterano cura una Iglesia con mujeres en el ministerio sacerdotal, el fin del celibato o la abierta homosexualidad de los religiosos.
La soledad del sacerdote
Fernández calificó ayer la obra como «la mejor comedia que ha caído en mis manos en mucho tiempo». Sin embargo, y aunque las risas, dice, están aseguradas, no deja de transmitir al mismo tiempo un profundo mensaje. «Transmite la soledad de un sacerdote y nadie conoce tanto la soledad como un sacerdote», destaca. De hecho, explica, la obra es «casi como una misa». Es más, hasta el escenario se transforma en una iglesia, púlpito incluido.
¿Y qué pueden tener en común un cura de una parroquia pudiente con Arturo Fernández? «Soy católico, así que por ahí ya tenemos algo en común. Además, al padre José María le gustaría saber tocar el piano, igual que a mí. A él para cantar boleros. Yo, ya los canto», dice entre risas. Además, coincide con su personaje en que «todos los boleros hablan de amor, que es precisamente lo que el mundo necesita hoy en día». Fernández apunta, además, que Enfrentados es «muy respetuosa con la Iglesia, de otro modo, no lo habría consentido». Y no es una obra solo para católicos. «Es para todos los púbicos y religiones», asegura. Es una obra que derrocha, señala, humor y «mucha ternura».
Pero el intérprete „que cumplirá los 87 en Valencia, el próximo 21 de febrero„ solo pone una «pega» a la obra: «Es la primera vez que hago una obra sin mujeres y las echo de menos», dice divertido. Además, tiene claro que a lo largo de su dilatada carrera como intérprete, su género siempre ha sido «la alta comedia de glamour y de champán, con diálogos verdaderamente importantes». Y con Enfrentados, «llena de sentimientos y diálogos inteligentes» no se sale de la tónica.
El Teatro Olympia se transformará con Enfrentados en la Parroquia en la que el padre José María da misa y comparte sus tareas con un programa de televisión semana en el que se debaten los temas de actualidad de la Iglesia. Debates que preparara con un diálogo abierto, sentido del humor y fina ironía. Cree en los valores tradicionales pero no es impermeable a las demandas de la sociedad y los sectores más progresistas.
Obra multipremiada
Estrenada en Broadway en 1980, la obra ha ido haciendo cambios a lo largo de los años para adaptarse la actualidad. El papa Francisco hace que el contenido cobre vigencia y un interés renovado. De hecho, se le nombra mucho y con el él «la Iglesia está cambiando sutilmente», apunta Fernández. Tras dos años de gira, la comedia llega a Valencia avalada por galardones como el Premio Moliere (Francia) o el Theatre World Award y el Drama Desk Award, ambos de EE UU.
