«No hay umbral nuevo que mi curiosidad no traspase. Tengo ante mí la antigua África y sed ancestral de ti». Escribe el pintor Genaro Lahuerta (Valencia, 1905 - 1985) durante el trayecto en 1953 a Sidi Ifni, capital del antiguo protectorado español en África Occidental. La frase está extraída del diario que escribió durante aquel periplo de seis meses becado por el Ejército español.
Más de medio siglo después, aquellos cuadernos ven ahora la luz en el libro Genaro Lahuerta: Hacia África. Diario de un viaje, 1953 (Ediciones Vuelta del Ruiseñor). La publicación no solo descubre al pintor apasionado de la escritura, sino también al fotógrafo, al incluir medio centenar de aquellas imágenes, que incluyen retratos, paisajes y estampas del propio Lahuerta en la zona.
Afirma el editor y crítico de arte Manuel García que el conocimiento de estas fotografías obliga a una revisión de la obra plástica africana del pintor.
Con su cámara alemana Rollei-Flex, Lahuerta dejó un reportaje, en el sentido del término de Cartier Bresson. Como este, dice García, también viajaba «con el espíritu tenso, buscando en las calles la oportunidad de tomar fotografías del natural como si fueran flagrantes delitos».
Así transita Lahuerta por las calles de Sidi Ifni, deslumbrado ante la figura de un tuareg en el plaza de El Aaiún, emocionado frente a la Alcazaba de Smara o el embarcadero de Cabo Juby.
Lo que se aproxima al delito son los retratos que realiza de mujeres, «modelos que quisiera pintar en lienzos ambiciosos», escribe en el diario. Incluso llega a fotografiar a algunas desnudas, ¡algo insólito en el África sahariano! (la exclamación es de Manuel García). El detalle evidencia el grado de confianza adquirido, porque la cultura coránica prohíbe la representación del ser humano.
El creador explica en sus cuadernos estas dificultades, que le llevan a casas a las afueras de Sidi Ifni donde encontrar «cierto género femenino» „prostitutas, aclara el editor„ para sus retratos.
Queda constancia en las imágenes del libro „se presenta el próximo lunes en la librería Leo de Valencia„ de una modelo negra, procedente de Níger, que retrata totalmente desnuda. Otra aparece recostada sobre un diván.
La hospitalidad de los nativos „entre té dulce y cenas opíparas„ y la sobriedad de las casas sorprenden a Lahuerta en una colonia que vive los últimos años de paz antes de la Guerra de Sidi Ifni (en 1957) entre Marrueco y España, que inició la descolonización del Sáhara. Lo que vino después para los saharauis es conocido: décadas de olvido en una tierra de nadie. Así continúan.
