Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música crítica

Entre la rotundidad y lA delicadeza

Martin Fröst (clarinete) y Orquesta de Cámara Sueca

palau de la música(valencia) Director: Thomas Dausgaard. Obras de Mozart. Palau de la Música, 7 de febrero.

Tres semanas después de dirigir por segunda vez (la primera en 2014) a la Orquestra de València, el danés Thomas Dausgaard (Copenhague, 1963) volvió a la Iturbi, para dar cuenta del segundo monográfico Mozart oído en esta sala en lo que va de año, al frente de la orquesta cuya titularidad ostenta desde 1997 y con la que ya nos había visitado en 2004 y 2007. El éxito fue, como se esperaba, enorme. Y para que conste se da noticia de que de él participó como trompa segundo Santiago Pla, profesor de la OV literalmente sacado de su casa para reemplazar al titular de repente indispuesto poco antes de comenzar la velada.

De la primera y la última de las tres últimas sinfonías compuestas por Mozart se propusieron versiones rotundas y precisas en los movimientos rápidos, delicadas en los lentos. De éstos, el de la Júpiter mereció comentario aparte por causa de los acordes forte del tema principal, ejecutados con una contundencia y, esto es lo más discutible, mayor brevedad que las demás semicorcheas. En cualquier caso, este detalle, sobre todo en la reprise y sumado a una prolongación de los silencios objetivamente superior a lo previsto en la partitura, produjo efecto de particular misterio. Fraseos originales y eficaces también se apreciaron en la última sección del desarrollo de un final cuyo segundo ritornello por desgracia no se observó.

Ocupó el centro del programa el Concierto de clarinete, protagonizado por el sueco Martin Fröst (Upsala, 1970), que también hizo honor a la gran fama que le precedía. Salvo por un apianamiento que mandó al limbo un par de notas en el primer movimiento y un fugaz «rascón» en el último, su actuación fue impecable en todos los sentidos y respectos. Especialmente el Adagio, sutil hasta lo etéreo, resultó memorable.

Tanto o más que lo anunciado se aplaudieron las propinas: tras el descanso, Let´s be happy, pieza compuesta por Göran Fröst (hermano de Martin y viola en la orquesta) en el estilo klezmer para clarinete y orquesta; al final, tres de las Danzas húngaras de Brahms en orquestación de Dausgaard.

Compartir el artículo

stats