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Entrevista

José María Guelbenzu: "El humor es la forma más feliz y cruda de hablar de la realidad"

«Los poderosos no escuchan, solo oyen lo que les interesa»

José María Guelbenzu: "El humor es la forma más feliz y cruda de hablar de la realidad"

La introducción de su última novela pone al lector en situación: «...sean todos bienvenidos a este modesto tablado de marionetas en el que se va a representar la comedia intitulada Los poderosos que lo quieren todo».

José María Guelbenzu (Madrid, 1944) asegura que estas líneas nada tienen que ver con los titiriteros del carnaval de Madrid, que saltaron del escenario a los titulares de prensa, previo paso por los barrotes. Toda una premonición, aunque totalmente fortuita. «No había intención, ni relación posible con el tema de los titiriteros. Es una forma de introducir que lo que se va a leer es una farsa», advierte. Una bufonada de los poderosos, de aquellos que lo ansían todo por mucho que ya amasen. Estas «altas esferas», supone Guelbenzu, no leerán su última novela, Los poderosos que lo quieren todo, y si lo hacen «no dirán nada, porque no escuchan, solo oyen lo que les interesa», añade. Otros, incluso, es posible que se molesten. «Cuando el humor es sobre nosotros mismos, algunos no saben captarlo». Sin embargo, el «padre» de la jueza Mariana de Marco defiende el humor como una válvula «sana, siempre que se haga con nobleza». En esta línea, y con cierto aire valleinclanesco, Los poderosos que lo quieren todo defiende el poder de la sátira: «El humor es una de las formas más felices y crudas de hablar de la realidad, quien habla así parece que no ofende», asegura Guelbenzu.

Con esta novela, el escritor madrileño se adentra en el humor de una forma más evidente que en ocasiones anteriores. «Es fruto del hartazgo de la realidad y la mejor manera de liberar esa sensación era mediante el humor».

A la pregunta sobre si ya se ha cerrado los casos de su popular jueza, Guelbenzu asegura rotundo que no. «Sigue su curso». Los seguidores de De Marco están de enhorabuena. El autor ya se encuentra en la fase de corrección de la próxima novela de la heroína togada. Al mismo tiempo trabaja también en otra novela con ciertos tintes humorísticos.

En tono más serio, Guelbenzu se expresa sobre la polémica retirada de las pensiones a los escritores jubilados que sigan escribiendo: «Si tengo que renunciar a mi pensión, renunciaré, pero seguiré escribiendo.

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