Qüestió de noms, diría el clásico Joan Fuster. Pocos lugares conocen la importancia que puede tener un nombre como la Comunitat Valenciana. Vicent Flor, sociólogo, profesor de esta disciplina y veterano en cuitas valencianistas, no ignora esta realidad. Es una razón más para no dar por gratuita la decisión, difundida ayer, de cambiar el nombre de la entidad que ha pasado a presidir tras el cambio de poder en la Diputación de Valencia.

La Institució Alfons el Magnànim (IAM) añade a partir de ahora un apellido a su denominación: Centre Valencià d'Estudis i Investigació. Un guión separará ambos nombres. Cuestión de naming, dirían los dueños hoy de la economía.

El nuevo rótulo es un guiño y un homenaje a la desaparecida Institució Valenciana d'Estudis i Investigació (IVEI), el organismo constuido en 1985 entre la corporación provincial y la Generalitat con la bendición de Joan Fuster y a partir de la estructura de la vieja IAM, creada en 1947.

La IVEI vivió hasta 1997, dos años después de la llegada del PP al poder autonómico. Generalitat „el conseller de Educación y Cultura era Francisco Camps„ y diputación optaron por disolverla y devolver la Alfons el Magnànim a su marco anterior provincial.

Tanto Flor como el actual titular de Cultura de la diputación, Xavier Rius, habían reiterado su intención de aproximar el organismo a la extinguida IVEI. Por el nombre se empieza.

Si es posible en el futuro una restitución completa de la institución dependerá también de la actitud del Consell y de su disponibilidad de fondos.

Los cambios aprobados no se quedan solo en el nombre, no obstante. La estructura de la IAM en los últimos años, con cuatro aulas de temas humanísticos (Pensamiento, Historia, Literatura y Estudios Clásicos, e Historia del Arte) es sustituida por una nueva de institutos. Similar, de nuevo, a la que tenía la vieja IVEI, aunque con menos divisiones. La razón fundamental para no constituir más institutos ha sido no aumentar el gasto en este capítulo (los directores reciben una «pequeña» remuneración).

Flor crea ahora los institutos de Ciencias Sociales y de la Cultura, Ciencias Físico-Naturales, Humanidades y Patrimonio, e Historia. El objetivo, señaló ayer el director, es prestar más atención «al siglo XXI» y no tanto al pasado. Los directores serán profesores «de prestigio» y previsiblemente diferentes a los de las aulas tras una renovación «profundísima».