Ximo Vilabelda miraba al cielo y se hacía las mismas preguntas que se ha planteado siempre el ser humano. ¿Qué somos? ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? En su búsqueda de respuestas y ante una situación personal que le impedía desarrollar su profesión de arquitecto, puso en marcha el proyecto Share the Cosmos (Comparte el Cosmos). Y así ha llegado también su libro Nuestro lugar en el cosmos. Guía ilustrada para terrícolas.

En su afán por responder a estas preguntas, hoy estará a las 12 horas en la librería del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) con la actividad ¿Cómo de lejos está la Luna?, sobre la escala del cosmos a través de las explicaciones del libro y modelos del Sistema Solar. «Todos hemos visto el cielo y nos hemos maravillado. Hemos visto imágenes en alto detalle de nuestra estrella, el Sol, los planetas vecinos y sus lunas, de galaxias lejanas... Con esta información el cerebro construye un modelo tridimensional de la realidad, tu realidad. Sin tener una noción de la escala es un modelo blando, amorfo, incompleto. Veo que existe en nuestra sociedad una tremenda carencia en este sentido que tiene consecuencias muy negativas a todos los niveles y que es fácil de solucionar», señala Vilabelda a Levante-EMV.

Pero, ¿qué somos? «En el espacio somos una especie de 'planta' que florece en una 'maceta' que orbita al calor de uno de los miles de millones de soles que forman el universo observable, cada sol con su juego de 'macetas'», explica Vilabelda. «En el tiempo aparentemente somos un bebé comparado con el tiempo que queda hasta que se apague el último sol. En el cosmos, en la naturaleza del universo, somos pequeños contenedores de información de cómo ordenar los átomos de una forma especial. Es lo que somos desde una perspectiva cósmica».

El cosmólogo y divulgador Carl Sagan aludía al punto azul pálido de la Tierra «Eso sí, lleno de vida», añade Vilabelda. «Y por eso cualquier tipo de vida es realmente preciosa vista la inmensidad del Universo y el enorme vacío que reina en él.

Más allá de nuestro planeta, Vilabelda cree que cada vez estamos más cerca de llegar a Marte. «Creo que antes o después se llegará. No es un problema técnico. Es una cuestión económica y de ética. No es lo mismo llegar allí que ir y volver o colonizarlo y que además tenga sentido». Sin embargo, hay incluso teorías conspiratorias que niegan la llegada del hombre a la Luna. «No hay un científico serio que crea que la llegada a la Luna sea un montaje. Aunque la Luna está más lejos de lo que aparenta a simple vista se tarda pocos días en salvar la distancia en una nave espacial, en una semana se puede ir y volver. Solo ir a Marte son unos ocho meses», explica.

Miembro de la Asociación Valenciana de Astronomía, asegura que su libro «evita en su totalidad las matemáticas y los tecnicismos. El arma de comunicación principal del libro es la enorme cantidad de ilustraciones. Como autor, para explicar los conceptos del libro sí conviene tener unas nociones básicas de física. Sin embargo, como lector, para entender los conceptos del libro no hace falta en ningún caso saber nada de física. Simplemente hace falta tener curiosidad. Y de eso no nos falta a ninguno. Nacemos curiosos», sostiene.

«Sabemos muy poco»

Como apasionado del cosmos, Vilabelda se pronuncia sobre la reciente confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales que Albert Einstein predijo en 1915. «La posibilidad técnica de detectar este tipo de ondas abre las puertas a explorar el universo con nuevos ojos. Sin duda cambiará nuestro concepto del Universo. Si algo sabemos es que sabemos muy poco y que hay que reescribirlo y perfeccionarlo continuamente. Pero lo poco que sabemos es muy importante saberlo y que lo sepamos todos», concluye.

Y por cierto, la luna orbita a 384.400 kilómetros de la Tierra.