Alberto Marcet Aparicio falleció el pasado martes después de una larga carrera como dibujante de historieta. Nacido en Barcelona en 1930, pronto se trasladó a Cartagena. Su carrera comenzó en 1957 cuando la editorial Mercurio le editó un cuaderno sobre el Oeste americano, lo que hizo que empezara a trabajar para Editorial Valenciana, donde realizó tres cuadernos de género militar.

Dado que era requerido con frecuencia por la firma, se trasladó a Valencia en 1959. Se ocupó de realizar historias para la revista Seleciones de Jaimito y en 1960 pasó a colaborar en El guerrero del antifaz con su autor, Manuel Gago.

Un médico en Francia y Titán el Magnífico fueron colecciones en las que trabajó antes de dibujar 38 cuadernos de uno de los grandes éxitos de Editorial Valenciana, Roberto Alcázar y Pedrín.

Trabajó también para Portugal Press y dibujó la serie Anceo para una la madrileña Polen. Terminó haciendo The Phantom para Alemania. En fin, uno más de los dibujantes poco reconocidos.