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Entrevista

Salva Bolta: "Comenzar el festival es como hacer el amor: la primera vez es más difícil"

«Tenemos un presupuesto de unos 300.000 euros, aunque lo ideal sería llegar al millón», dice el director

Salva Bolta: "Comenzar el festival es como hacer el amor: la primera vez es más difícil"

Valencia será entre el 11 y 19 de junio escena del festival Tercera Setmana. Teatro, circo, danza, espectáculos familiares y de calle tomarán las salas y espacios abiertos de la ciudad. Impulsada por la Asociación Valenciana de Empresas de Teatro y Circo (Avetid) y el apoyo de la Universitat de València, el certamen será, según su director artístico, Salva Bolta, «semilla» para crear una «fibra» artística permanente en la ciudad.

La semana pasada supimos, como publicó este diario, que se pondrá al frente de un nuevo festival escénico en Valencia, Tercera Setmana. Concréteme algo más sobre él.

Aún estamos cerrando la programación. Esperamos hacer la presentación con toda la programación ya cerrada el próximo mes de mayo. La idea no es hacer una feria o un escaparate, sino articular algo a largo plazo, que esté presente todo el año, que plante una semilla para su continuidad. Es un festival para público y para creadores. Debe ser un punto para crear una fibra artística.

¿Qué propone el festival?

Entre otros, educar al público en los distintos lenguajes escénicos, de tal manera que las propuestas más contemporáneas sean bien recibidas y comprendidas.

El festival contempla danza, circo, teatro, espectáculos familiares y callejeras. ¿Cuál es el más desconocido por el público?

Los más extremos y radicales, esos terrenos de mestizaje a los que llamamos performance.

¿Qué respuesta espera del público?

Habrá que esperar al día 11 para verlo. El público valenciano ha sido el más maltratado. Para mí, un éxito del festival sería una ocupación del 80 %.

¿Y de las compañías?

Ha habido muy buena acogida. Creo que podremos invitar a unas 15 o 20 compañías, que vendrán de la C. Valenciana, otros puntos de España e internacionales.

Uno de sus referentes son festivales escénicos como los de Aviñón, Nápoles, Wroclaw o Edimburgo...

Sí. Nos llevan una vida de ventaja porque son festivales que plantaron su semilla y han logrado sobrevivir.

¿En qué espacios están previstas las actuaciones?

Los ayuntamientos nos han ofrecido las salas municipales, al igual que la Diputación, CulturArts y las salas de Avetid e independientes.

También tienen previstas actuaciones en las calles.

Sí, queremos llegar a espacios habitados, como mercados, por ejemplo. Hay un proyecto también de hacer dramaturgias en espacios urbanos. Nuestra concepción va más allá del centro de la ciudad. Queremos llegar a los barrios, que en realidad no son barrios así entendidos sino que son parte de la ciudad. Por ejemplo, San Marcelino o Benicalap.

Es decir, que tienen donde elegir...

(Risas) Sí, en esta primera edición no podremos aceptar todas. Ha sido un gran mérito por parte de Avetid. La disposición de las instituciones ha sido inmediata. Sin embargo, hay algo muy importante que aún no se ha hecho realidad, y es la ayuda del Estado. Me refiero a una ley del mecenazgo. Es una «patata caliente» que se pasa de un gobierno a otro. El Estado no nos ayuda nada. Por no entrar en el tema del 21 % del IVA cultural.

¿Con qué presupuestos cuenta el festival?

Aún lo estamos cerrando, pero vamos a contar con unos 250.000 o 300.000 euros, aunque lo ideal sería llegar al millón de euros.

¿Podemos concebir Tercera Setmana como el sucesor en el vacío que dejó València Escena Oberta (VEO)?

VEO sigue siendo para mí un modelo. Sin embargo, Tercera Setmana no creo que vaya a ocupar su puesto. Después de VEO han pasado muchas cosas, la ciudad ha cambiado mucho. Cuando surgió VEO había un desierto.

Imagino que tienen la mirada puesta en la continuidad de este festival.

Sí, claro. Pero ahora estamos plantando la semilla. Yo continuaré hasta que la organización me diga, pero claro que me gustaría seguir. Me gustaría que fuera un roble como el referente de Aviñón. Esto es como hacer el amor, la primera vez es más difícil.

Este festival supone su regreso a Valencia tras su paso por Madrid.

Sí, estoy muy ilusionado. Es una alegría reencontrarte con los compañeros de aquí. En realidad nunca me planteé volver o no. Simplemente voy donde me llaman y me llamaron de aquí y vine encantado.

¿Se siente un «desterrado»?

No exactamente, porque lo último que hice aquí fue dimitir de un proyecto, me fui y me fue maravillosamente.

¿Cómo se ve la escena valenciana desde Madrid?

Me duele el solar que ha dejado el PP, tanta desmantelación de lo que tanto tiempo costó construir. Todo eso ha hecho mucho daño, no solo al público, sino también a las compañías. No ha sido solo en las escénicas, sino en toda la cultura. Ha habido una falta de proyecto y abandono absoluto de las artes.

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