Un grupo de activistas de Anima Naturalis protestaron ayer ayer semidesnudos, ensangrentados y ataviados con moños de fallera, pañuelos y alpargatas ante el Ayuntamiento de Valencia para mostrar su rechazo a las corridas de toros que se están celebrando en la ciudad con motivo de las fallas.

Como ya ocurrió el día anterior en ese mismo lugar, el objetivo de esta protesta era el de pedir que no se utilicen las fiestas josefinas como excusa para organizar una feria taurina.

Para dar más visibilidad a su reivindicación, las mujeres que participaban en esta protesta lucían los peinados de fallera mientras que los hombres iban ataviados con un pañuelo en la cabeza como el que se utiliza en la indumentaria fallera masculina. Los manifestantes mancharon sus cuerpos con tinte rojo simbolizando la sangre del animal cuando recibe las banderillas y la estocada.

Maria Borrego, una de las activistas que participó en la «performance», señaló a este periódico que «estamos viviendo las fiestas de Valencia y cada día se matan seis toros, nosotros estamos aquí porque creemos que se pueden tener fallas sin matar animales». La joven asegura que no es la primera vez que participa en una actividad de este tipo.

Los organizadores leyeron un manifiesto en el que indicaron que «el color, el ruido, el buen ambiente son suficientes motivos para disfrutar de las fallas, la sangre no significa fiesta y la tortura no es arte». Tras este acto, se celebró otra manifestación antitaurina frente la plaza de toros, en la calle Xàtiva, en la que participaron unas 300 personas que profirieron gritos como «Basta ya de maltrato animal» o «los toros en el campo y las corridas en la cama». Las dos protestas transcurrieron sin incidentes.