El espectáculo de danza TuTu se presentó ayer en el Salón Rouge del Instituto Francés de Valencia, si bien su debut será el próximo 7 de abril en el teatro Olympia. Una producción de la compañía ChicosMambo, compuesta por seis hombres que interpretan la danza clásica, el humor e incluso la poesía, según comunicaba el creador del grupo y coreógrafo Philippe Lafeuille, un bailarín que, junto a Mari Ange Quintana, de Ópera 2001, habló sobre las excelencias de este espectáculo totalmente audiovisual.

Según Lafeuille, TuTu, cuyo nombre alude claramente al vestido tradicional de la danza clásica, es un espectáculo novedoso. «Estrenamos en Valencia este espectáculo de ChicosMambo en España, donde iniciamos la gira, tras 15 de años de no actuar en este país, y celebrando el 22 aniversario del grupo, que se creó en Barcelona en 1994. Es una novedosa conjunción de danza, acrobacia y humor, donde todos son bailarines e incluso actores, ya que representan distintos personajes a lo largo de los 80 minutos de duración», explicó ayer.

Para el coreógrafo, TuTu no parodia al ballet clásico, salvo en algunos pasajes. «La danza es universal y no tiene más que un significado. Es una expresión del cuerpo, que es absolutamente libre, y puede adquirir cualquier forma y condición. Nunca hemos tenido problemas con los puristas del ballet clásico, y en París nos visitó hasta el director de la Ópera de París, sin ninguna objeción. En esta ocasión son seis hombres que hacen las delicias del público, al que incluso hacemos bailar en el número final. Es muy divertido, si bien el humor no es la base del espectáculo. El ballet clásico está cuadriculado, no admite muchas variaciones, y nosotros le damos una variante mucho más divertida y amena», manifestó.

Los bailarines han sido seleccionados minuciosamente. «Tuve que buscar a quienes tuvieran ese gramo de locura necesario para hacer lo que yo mismo pensé e ideé. El resultado ha sido satisfactorio, y en París hemos vendido más entradas que cualquier otro de los espectáculos que allí se daban. Varias generaciones han venido a vernos, desde la abuela hasta los nietos, incluso con su ex marido», bromeó Philippe.

Lafeuille incidió en que, ciertamente, el espectáculo despierta «cierto morbo». «El cuerpo desnudo siempre excita, tanto a hombres como mujeres. Aquí son cuerpos distintos, como en la vida misma. No son todos los cuerpos iguales. Los hay más altos y más bajos, porque todos tienen arte. Y hacen verdaderas maravillas sobre el escenario», aseguró. Para el coreógrafo, no debe ser confundido con un espectáculo gay. «El arte no distingue sexualidades. Y TuTu es arte absoluto. Hemos elegido Valencia para reaparecer tras 15 años de ausencia, porque confiamos plenamente en el público valenciano. Aquí se olvidan penas y crisis, para divertirse y pasarlo muy ben», concluyó Philippe Lafeuille, un bailarín que dijo no tener nostalgia del escenario y preferir estar tras los proscenios.