¿Ha vivido lo mismo que sus personajes?
No es una novela autobiográfica pero sí es generacional. Es fácil encontrar cosas que nos han pasado a muchos que ahora tenemos 40 o 50 años. Y eso hace que te sientas cerca de los personajes, que te puedan caer bien, que los entiendas y seas más comprensivo.
Al menos sí que es una historia en la que muchos se verán identificados.
Más que sentirse identificado con los personajes te ves reflejado en las situaciones. Eso sí que se repite en muchas vidas. Trata sobre cuando los amigos son el centro del universo, lo mejor que tenemos, cuando no hay nadie que les haga sombra... Luego te piensas que nada te puede separar de ellos; más tarde llega el desencanto... El «no era tan fácil». Es un libro que trata sobre el reencuentro y la amistad, que es la familia que elegimos, los que te sirven de complemento.
Habla de la amistad, pero también de los sueños perdidos. ¿La madurez es darse cuenta de que no se puede conseguir todo lo que se soñaba en la universidad?
Sí, la madurez es aceptar que hay sueños que no se van a cumplir y adaptar lo conseguido a lo que viene después. La madurez es aprender a perder cosas y desear otras. Es un error creer que el fracaso es tener sueños sin cumplir. El fracaso al final es no sentirte bien. Y se debe tener en cuenta que lo que quieres a los 20 no tiene nada que ver a los 40. De jóvenes tenemos pensamientos muy rígidos, muy ambiciosos y poco flexibles. A los 40 aprendes a perdonarte cosas.
Periodista, escritora y ahora política. ¿Cómo lo compagina?
Este libro está entregado antes de meterme en política. Así que ahora ya no compatibilizo nada. El periodismo ya lo he dejado porque un político no es lógico que sea periodista. Y en cuanto a la escritura de momento no hago nada. Solo la promoción del libro. La vida literaria ha quedado apartada.
¿También hay mucha ficción en el Congreso?
De momento tengo que reconocer que no tengo sensación de que haya ficción aquí. Llevo poco tiempo pero tampoco me he encontrado a nadie que sea un personaje. Somos personas reales para lo bueno y para lo malo.
¿Conseguirán pactar?
Hemos hecho todo lo que podíamos hacer y hemos intentado consensuar, sumar y limar asperezas; y lo vamos a seguir haciendo hasta que suene el 'bong' del 2 de mayo.
¿Qué gobierno le gustaría?
Un gobierno presidido por Albert Rivera, pero no es justo pensar en eso. Está muy lejos. Quiero un gobierno de Ciudadanos por eso estoy aquí. Merece la pena esperar. Nunca quise meterme en política, lo que me convenció fue el proyecto de Ciudadanos. Como portavoz de Cultura en el Congreso de los Diputados es donde creo que puedo aportar. Aunque también sé que aquí no me voy a jubilar, de ninguna manera.
