El sector del libro empieza a desperezarse y quiere a mostrarlo en su feria, que inicia sus segundos cincuenta años con la sensación de estar ante una «nueva etapa» y de encontrar «mayor sensibilidad» en las instituciones públicas, en palabras de su directora, Glòria Mañas. El optimismo se debe a que los recursos se incrementan y florecen nuevas casetas después de que en los últimos años se hubieran estabilizado en torno a los 80 expositores (este años serán 90). Con este aumento y la mayor sintonía con las tres patas de la administración, el presupuesto pasa de los 230.000 euros del año pasado a los 300.000 de la actual edición.

Así, el 20 de abril arrancará una Fira en la cual el único «pero» parece ser la reducción de un día festivo, puesto que el 1 de mayo „último día de feria„ es domingo. Ayer, Mañas „secundada por el presidente del Gremi de Llibrers, David Cases; y la directora general de Cultura, Carmen Amoraga, entre otros„ se centró en los motivos para la «esperanza», ya fuera el aumento de presupuesto o la celebración de la primera Mostra del Foment de la Lectura, motivada por el plan presentado por Cultura hace unos meses y que ha constituido una demanda clásica del sector.

La conselleria de Cultura asumirá el coste de esta miniferia para profesionales, lo que eleva su implicación económica a los 60.000 euros a falta de la subvención, que llega en verano. Una novedad al respecto: la del año pasado (30.000) ya está abonada íntegramente, algo que no solía suceder en anteriores ediciones, señaló Mañas. La partida del ayuntamiento está previsto que se incremente de los 9.000 euros a los 12.000.

El aumento de recursos conlleva más actividades, que este año ascenderán a unas150 en los doce días de feria, de las que cerca de la mitad estarán dedicadas a los niños. Para los adultos quedan nombres como Víctor del Árbol, Julia Navarro, Manuel Vicent, Alicia Giménez Bartlett, Santiago Posteguillo, Daniel Sánchez Arévalo o Megan Maxwell. Junto a ellos crece la presencia de escritores valencianos, que suman más de un centenar y que reflejan cierta vocación de valencianizar la Fira. No se cumplirá este año tampoco el viejo anhelo de un buen grupo de expositores de atraer una gran figura internacional.

Más allá de la literatura, actuaciones musicales y cuatro exposiciones completarán la Fira. La de los ilustradores estará dedicada a los refugiados. Ayer se inauguró otra, en el Centre del Carme, que reúne fotografías, carteles y recortes de prensa, sobre las cincuenta ediciones de la Fira.