Asegura Davide Livermore que no fue un problema de público, ni siquiera de crítica, pero aquel montaje le dejó un sabor agridulce. «Es la ópera que más tristeza y frustración me ha causado», recordaba el hoy intendente de Les Arts sobre uno de sus trabajos como regista, cuando estrenó Idomeneo en Turín en 2010. Aquel montaje le dejó huella y ahora ha querido resarcirse «por amor» a la ópera de Mozart. El jueves de la semana próxima será el momento de valorar si el director escénico puede sacarse esa espina con esta adaptación.

En sus manos y en las de Fabio Biondi queda la nueva producción de Les Arts, que cambia un libreto poco conocido como el Silla de Händel por un Mozart, si bien Idomeneo tampoco representa uno de los textos más populares del genio de Salzburgo. «Es porque es difícil contextualizarla en la sociedad moderna, no es fácil de comprender», justificaba Biondi, basándose en la complejidad de una trama en la que conviven deidades y monstruos marinos jugando a su antojo con uno de los personajes de la Ilíada.

Precisamente ese es el reto del intendente de Les Arts, quien remarcó la importancia de que una obra sea «comprensible» para todos los públicos y «profunda» al mismo tiempo. Por eso quizás trazó un paralelismo entre la ópera que dirige y una película de los sesenta como 2001: «Al final, se trata de un viaje exterior y otro interior a la vez». Como director escénico, Livermore aseguró que la que se presenta la semana próxima es una «superproducción», aunque «adaptada al presupuesto de la Generalitat».

En ella contará con Gregory Kunde „protagonista del Samson et Dalila estrenado en enero en Les Arts„ como Idomeneo, además de Monica Bacelli, Lina Mendes, Carmen Romeu y tres intérpretes del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo. Pese a que no sea el Mozart más reconocido, Biondi recordaba que esta era posiblemente la obra más amada por el austríaco.

Sobre Helga Schmidt

Livermore mantuvo distancia respecto al caso por el que está imputada su antecesora „la creación de una empresa externa que cobraba a Les Arts y de la que ella presuntamente participaba„, sobre el que ayer El Mundo revelaba que el expresidente Camps estaba al tanto. «Solo puedo reiterar mi respeto a la justicia», manifestó Livermore, que tampoco quiso valorar si los 5 millones de euros que Schmidt pagó a Zubin Mehta estaban fuera de mercado: «Cada periodo histórico tiene sus condiciones», zanjó el actual intendente.