Consuelo Císcar podrá continuar acudiendo en paz a las sesiones del Consell Valencià de Cultura (CVC). Al menos hasta 2017. Tras la visita del conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, el pasado 30 de marzo, los miembros de la institución que defienden la salida de la exdirectora del IVAM al estar investigada judicialmente esperaban que el código ético del que les habló forzara la despedida de esta.
Sin embargo, el Código de Buen Gobierno que el Consell tiene previsto aprobar hoy no modificará finalmente la situación de los miembros de entes estatutarios imputados en causas judiciales.
El documento invita tan solo a estos organismos a adherirse al código y a crear uno propio, pero la exclusión de los investigados continúa siendo una decisión «voluntaria», señalaron fuentes del departamento de Alcaraz.
Tanto Císcar como Vicent Farnós, ambos miembros del CVC, están implicados en distintas causas judiciales. La exdirectora del IVAM está imputada por tres delitos por presuntos sobrecostes y otras irregularidades durante su etapa al frente del museo. El extitular de Castelló Cultural está incluido en una de las piezas del caso Gürtel.
El Consell de Cultura aprobó en febrero una resolución del presidente, Santiago Grisolía, por la que insta a los investigados a apartarse de la institución. Císcar y Farnós han continuado acudiendo, no obstante, a plenos y comisiones. Él ya alegó que se acogía a la presunción de inocencia para mantener su actividad en la entidad consultiva.
Ambos podrán mantener la misma postura con el nuevo Código de Buen Gobierno de la Generalitat. El Ejecutivo confía en poder intervenir sobre estos casos a partir de la reforma de la ley de Transparencia. Esta modificación, prevista para el año próximo, aseguran las fuentes citadas, sí que regulará con detalle los motivos para excluir a miembros de organismos estatutarios y contemplará la imputación judicial como uno de ellos, agregan.
Cuando la norma llegue, los procedimientos judiciales deberían haber ya avanzado bastante.
Mientras tanto, la permanencia de Císcar y Farnós, en especial de la ex alto cargo, continuará siendo un foco de tensión en el Consell de Cultura. Antes del último pleno, la consejera Glòria Marcos calificó de «intolerable» la asistencia de la exdirectora del IVAM.
La ley en vigor del CVC solo prevé la expulsión de los miembros en caso de sentencia firme inhabilitadora de funciones públicas.
