Abrir el Palau de les Arts a todos los ciudadanos y llevar la ópera a otros públicos ha sido el sonsonete en torno al mastodóntico coliseo valenciano desde que hace un año cambió el gobierno de la Generalitat. Unos meses antes incluso, al asumir el cargo de capitán de Les Arts, Davide Livermore incidía en la filosofía de teatro público con la que ha convencido a los nuevos gestores de Cultura. Ahora, a punto de presentar la programación de la temporada próxima, el intendente intensifica los contactos para sacar adelante uno de los proyectos que anunció al tomar el mando: sacar la ópera a las calles de Valencia y de otros municipios. Lo quiere hacer de forma imaginativa.
Livermore, director de escena y antes cantante, casi siempre sorprende. Su proyecto ahora para democratizar la ópera es servirse de un camión. Una especie de transformer lírico. Si hay food-truck, por qué no ópera-truck. El diseño preparado por el intendente contempla que la caja del vehículo pesado pueda transformarse en la escena de algunos montajes con los que ya cuenta Les Arts.
El coliseo cuenta ya con bocetos y su objetivo sería poder desarrollar la iniciativa a partir de la próxima temporada. Livermore, en privado, compara el proyecto con el espíritu de La Barraca, el grupo de teatro creado en los años 20 del siglo pasado por Lorca para llevar teatro auténtico a todos los rincones de España.
El problema, como siempre, son los tiempos y la financiación. El titular de Les Arts se ha entrevistado en los últimos días con la concejala de Cultura de Valencia, Glòria Tello, que ha dado su apoyo al proyecto, si bien el consistorio no puede sostenerlo económicamente solo. El otro pilar institucional con el que Livermore ha empezado a negociar es con la Agencia de Turismo de la Generalitat. También respalda la iniciativa, según las fuentes consultadas, si bien no contaría con una provisión económica en 2016. El objetivo ahora es sumar a la Diputación de Valencia a la aventura.
Les Arts cuenta con escenografías que serían adaptables, tiene también a los músicos de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) y a los cantantes del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo. El principal coste, para el que el teatro busca el apoyo de otras instituciones, es el camión. En principio, la opción que se plantea es sacar a concurso público el alquiler de una máquina de las características necesarias por un año. Si el proyecto funciona, no obstante, no se descarta la compra de un vehículo, ya que a medio plazo se considera que podía ser más rentable.
Si el proyecto no se tuerce, no se extrañe, vecino, si en unos meses aparece un camión cargado de ópera en su plaza.
