Obras de Haydn, Boccherini y Mozart.
Teatro Capitolio de Godella
Joan Enric Lluna (clarinete), Fabio Biondi (violín), Marija Nemanyte (violín), Julia Hu (viola) y Salvador Bolón (violonchelo).
Joan Enric Lluna, su director-fundador, describe la octava edición del Festival Internacional de Música de Cámara de Godella como un crescendo de la música de cámara al oratorio. Ya se verá si también hay progresión en calidad: de entrada, el listón quedó muy alto en el concierto inaugural, en el que se cubrieron asimismo todas las etapas entre el dúo y el quinteto. Desde el punto de vista interpretativo, sin embargo, su cima no coincidió con su final, sino que la trayectoria fue más bien descendente.
La gran atracción de la velada llevaba el nombre de Fabio Biondi, uno de los grandes violinistas que se pueden oír en el mundo desde hace treinta o cuarenta años y actual codirector del Palau de les Arts. Llamó la atención que el aforo del Teatro Capitolio no desbordara de espectadores; más aún que la concejala de cultura lo viera lleno y se manifestara muy satisfecha por ello.
Biondi, muy didáctico en sus explicaciones previas de la música que se iba oyendo, comenzó compitiendo en virtuosismo con la lituana Marija Nemanyte en la Sonata para dos violines op. 6, nº 4 de Haydn. Luego con Julia Hu, estadounidense nacida en Taiwán, y el valenciano Salvador Bolón, único de los actuantes no perteneciente a la Orquestra de la Comunitat Valenciana, en el Trío op. 14, nº 4, de Boccherini. Hasta ahí, es decir, mientras las voces individuales ostentaban la primacía sobre la común, las versiones fueron muy estimables.
Con el Cuarteto K. 156 de Mozart llegó naturalmente la necesidad de unidad en el discurso sumada al equilibrio en el dominio técnico, y el resultado no fue tan feliz. Finalmente, el Quinteto K. 381 se vio indebidamente reducido a un diálogo entre el clarinete di bassetto de Lluna y, no el cuarteto de cuerdas, sino el violín de Biondi. Detalles como que a éste se lo oyera menos de lo deseable en el larghetto o que en la cuarta variación del final el tempo fuera no sólo demasiado rápido sino en aceleración fueron otras rémoras que deslucieron la ejecución.
