Tras 22 ediciones celebradas, el Festival Internacional de Benicàssim ha conseguido que muchos de sus asistentes sientan una gran predilección por ese evento que les ha permitido disfrutar de tantos y tantos grupos nacionales e internacionales como Blur, Los Planetas, Oasis, Lou Reed, Muse o Leonard Cohen.

Esa pasión por el FIB ha hecho que a lo largo de toda su trayectoria muchos asistentes hayan escogido el recinto del festival como espacio para celebrar su despedida de soltero o soltera. No hay FIB en el que no haya un grupo de personas disfrazadas o con la misma camiseta para festejar delante del escenario principal, en el Fib Club o en la South Beach que para uno de ellos ese será el último FIB antes de casarse y ese es un gran motivo de celebración.

También ha habido casos de parejas de novios o ya casados que se conocieron en el festival de Benicàssim. Y el FIB puede llegar a marcar tanto entre sus asistentes que incluso ha llegado a ser la temática de una boda.

Es el caso del evento que quisieron preparar María y Miguel Ángel, una pareja de Castelló que no falta al FIB desde hace más de una década y ambos decidieron que su boda tenía que ser un gran festival. Los dos jóvenes no se olvidaron de ningún detalle para la celebración y, para ello, el banquete se convirtió en el recinto de conciertos.

Cada una de las mesas de invitados llevaba el nombre de los escenarios que ha habido y hay en el recinto del festival. La mesa principal, como no podía ser de otra manera, era el Escenario Maravillas y tampoco faltaron el Fib Club o el Fiberfib.com, entre otros nombres que han tenido los escenarios del festival durante estos años.

Asimismo, nada más entrar al salón del convite, los invitados pudieron buscar su nombre en un cartel del FIB en el que aparecía el nombre de los invitados repartidos en cada uno de los escenarios. Asimismo, la sala de baile estaba presidida por dos «fibers» un hombre y una mujer vestidos con los trajes de boda y caracterizados como los novios de este gran festival.

Y es que la afición que tienen estos dos jóvenes a acudir cada año al festival es tan conocida que sus amigos, sin saber siquiera que la boda estaba ambientada en el FIB, confeccionaron unas pulseras muy parecidas a las del festival de Benicàssim y cada uno de los invitados llevaba una de ellas como acreditación para poder disfrutar de este peculiar festival.

La jornada nupcial finalizó en un local de Castelló con música indie, el sonido por antonomasia del FIB.

Una postboda en el recinto

Y como no podía ser de otra forma, la sesión de fotos que realizó la pareja semanas más tarde de la boda, hizo parada en el recinto de festivales de Benicàssim ya que dentro de este gran festival no podía faltar la foto con el logo del FIB en ese recinto en el que tantos veranos han disfrutado juntos.

Durante estos días, la pareja ha vuelto a ese recinto de festivales a disfrutar de los conciertos y ese ambiente festivalero que quisieron trasladar a uno de los días más importantes de su vida.

Y es que lo que une el FIB que no lo separe nadie.