Beyoncé hizo vibrar ayer a los cerca de 46.000 asistentes que se esperaban a su concierto en Barcelona, su única parada en España. Algunos llevaban doce días esperando junto al Estadio Olímpico de la Ciudad Condal para poder bailar en primera fila con la reina norteamericana de la música pop, que ayer cerró su gira The Formation World Tour en Europa.

Seguidores de toda España, incluidos valencianos, esperaban desde la mañana nerviosos para ver a la diva, que se dejó ver por la capital catalana.

Durante las horas previas al concierto, la artista paseó junto a su familia „su madre, su marido (el rapero Jay Z) y su hija„ y un nutrido grupo de guardaespaldas por zonas tan concurridas como la Sagrada familia o el Parc Güell, obras ambas de Antoni Gaudí.

En cuanto a gustos gastronómicos, la cantante de Single ladies cenó el día anterior en un famoso local del barrio de Sarriá conocido por su cocina de fusión japonesa-brasileña. Allí se reunió con otros acompañantes, con los que disfrutó del final de su gira por Europa.