­Los asistentes al Arenal Sound se preparan hoy para entonar «el pobre de mí» antes de cerrar esta séptima edición del festival más multitudinario de España. Un imponente cartel en el que se unieron artistas de prestigio a nivel nacional e internacional puso ayer la nota musical a la penúltima jornada.

Como de costumbre, cerca de las dos del mediodía el Beach Club habría sus puertas a todos aquellos sounders que querían disfrutar del sol y los mejores dj's. A las 16.00 horas llegaba a Pool Stage la conocida bloguera de moda Dulceida, haciendo bailar a miles de sounders. El Kanka fue el encargado de abrir el Inside Stage, ubicado en el Beach Club, a las 21.00 horas. Este músico malagueño, que está recorriendo los festivales de música más destacados del panorama nacional, llegó por primera vez al Arenal Sound para contagiar con su buen rollo y sus pegadizas letras.

Por otra parte, en el gran escenario, ubicado en la zona de conciertos de la Malvarrosa tenía lugar el concierto de Miss Caffeina, que deleitaron a todos sus seguidores con temas de su nuevo disco, «Detroit», y clásicos de su discografía que no podían faltar en una velada como esta. Antes, en el escenario Negrita habían actuado Belize, dando paso a Second, a las 21.15 horas, quienes brindaron un intenso concierto en el que no faltaron las voces de los miles de sounders cantando temas como Atrévete o Muérdeme en un energético y emocionante directo. Kodaline llegaba al Main Stage cerca de la 22.30 horas, seguido de I'm From Barcelona, en este caso, en el escenario Negrita. Pasada la medianoche se esperaba la gran actuación del sábado, de la mano de Two Door Cinema Club.

Para el día de hoy se espera una intensa jornada con la celebración de la Clandestine Sound, en el Beach Club, que se iniciará a la una del mediodía hasta pasadas las 17.00 horas. El gran peso de la despedida caerá sobre el escenario principal de la Malvarrosa y comenzará cerca de las 20.30 de la mano de Izal, que sin dudarlo conseguirá hacer vibrar los cimientos del recinto y a los miles de sounders con canciones imprescindibles como Qué bien, Pequeña Gran Revolución o El baile, entre muchas otras. A las 23.30 horas, les llegará el turno a The Hives, uno de los conciertos más esperados por miles de jóvenes tras la cancelación del año anterior.

Será a las dos de la madrugada, en el mismo escenario, cuando llegue La Gran Pegatina. La formación, que viene con numerosas novedades, tiene previsto grabar su CD/DVD en este directo, que se espera sea uno de los más divertidos.

Steve Aoki vuelve un año más, al Arenal Sound, para poner el broche de oro al gran escenario de las estrellas. Por otra parte, desde las 19.30 horas el escenario Negrita recibirá a Full. Estos sevillanos, que han ido creciendo a pasos de gigante, seguro que llenan el recinto de conciertos haciendo cantar a miles de sounders temas como Tercera Guerra Mundial o Alabama.

El famoso DJ será el encargado de cerrar por todo lo alto el gran escenario de los conciertos del Arenal Sound, a las seis de la madrugada, dando paso a la última actuación de esta séptima edición del festival, que tendrá lugar en el Inside Stage, de la mano de The Zombie Kids. El broche de oro para una edición marcada por la adaptación de los visitantes a la nueva disposición de los escenarios y la incertidumbre sobre su ubicación en la octava edición.

«Look sounder»

El Arenal Sound es uno de los festivales con más encanto del panorama nacional, experto en crear recuerdos mágicos para miles de jóvenes. Los bikinis y bañadores se convierten en la prenda básica de este festival, ya que los sounders pasan la mayor parte del día en la playa o en el Beach Club, disfrutando de su famosa piscina. Así, los sombreros son un complemento necesario para los conciertos de día. Según se va acercando la noche el look de las sounders cambia para dar paso a los monos, los pantalones cortos de tiro alto e incluso vestidos. Los chicos optan por camisetas cómodas y pantalones cortos, y todo ello sin olvidar unas buenas zapatillas que aguanten su ritmo. Ambos completan el conjunto con una mochila o riñonera, a prueba de los numerosos bailes que guardarán en sus recuerdos.