La séptima edición del Arenal Sound cerró ayer sus puertas por todo lo alto. Miles de sounders se reunieron ayer para despedirse, un año más, del festival más multitudinario del panorama nacional, bajo la incertidumbre de saber si el próximo año podrán volver a Borriana.

La alcaldesa de Borriana, Maria José Safont, destacó ayer su «total satisfacción con el desarrollo del festival», así como el interés por parte del consistorio de recibir el Arenal Sound en su octava edición. De esta forma, «desde hoy mismo nos pondremos a trabajar para que esto pueda ser así», incidió. Diversos municipios cercanos han mostrado un incipiente interés por recibir la que sería la octava edición del festival. La pasada semana el Ayuntamiento de Nules envió a sus vecinos una carta en la que se informaba sobre la posibilidad de celebrar un macrofestival en la localidad. Moncofa o Almenara también han dejado entrever su inclinación a recibir el festival en próximas ediciones.

No obstante, no son las únicas propuestas sobre las que se ha especulado. La provincia de Alicante podría presentarse como una firme candidata para acoger la próxima edición con Benissa y Calp como principales propuestas. Desde la organización se señaló que no hay «primeras ni segundas opciones» en cuanto a futuros municipios en los que realizar el festival. De igual forma se explicó que «no hay ninguna puerta cerrada, simplemente queremos estar en una ciudad en la que nos traten como a otros festivales». Si algo está claro es que habrá una octava edición del Arenal Sound, que se desarrollará del 1 al 6 de agosto de 2017, y será el próximo 13 de noviembre cuando las entradas estarán a la venta, momento en el que ya se conocerá la ubicación del festival.

Más de 300.000 asistentes

A pesar de ser la edición más polémica del festival, la cita cierra con unas cifras inmejorables, batiendo récord de asistencia con un total de 300.000 personas y 50.000 abonos venidos. El director del Arenal Sound, David Sánchez, destacó que entre los asistentes al festival se encuentran jóvenes «de todos los rincones de España y de 18 países europeos».

Gracias a estas elevadas cifras, la séptima edición ha representado un impacto económico de más de 38 millones de euros y la creación de más de 500 puestos de trabajo en la localidad, tanto de forma directa como indirecta. Por su parte, el secretario autonómico de turismo, Francesc Colomer destacó el éxito de la edición. Además, añadió que el Arenal Sound representa muchos de los valores fundamentales de cualquier destino turístico, por lo que señaló la importancia de invertir en festivales, ya que ello implica «invertir en futuro».

La última jornada del macroevento se iniciaba ayer con la famosa Clandestine Sound, una fiesta que se ha convertido en toda una tradición. Miles de sounders accedieron a la una del mediodía dispuestos a bailar gracias a Pendulum Dj Set o Vilanoise. Cerca de las 19.30 horas el escenario Negrita, ubicado en la zona de conciertos de la Malvarrosa abría sus puertas por última vez para acoger la actuación de Full. A las 20.30 horas les llegaba el turno a Izal en el gran escenario del Arenal Sound que consiguió levantar a miles de sounders y hacerles bailar con imprescindibles como Qué bien.

Para la medianoche se esperaba la actuación de The Hives, que tras su cancelación del año anterior, los sounders se mostraban impacientes. A las dos de la madrugada La Gran Pegatina hacía saltar a todo el recinto de conciertos de la Malvarrosa con sus pegadizos temas, siendo uno de los directos más divertido y con mayor encanto del festival borrianense. En el mismo escenario se esperaba la actuación de Steke Aoki, que precedió a la de The Zombie Kids, los encargados de poner el broche de oro al Inside Stage. Durante la mañana se espera que los miles de sounders vuelvan a sus casas. Será a las dos del mediodía cuando los dos campamentos cierren definitivamente sus puertas.