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Representaciones

La cultura se conjuga en femenino...

Festivales, auditorios y subvenciones ponen el foco en la figura de la mujer, mientras las protagonistas reivindican un mayor fomento de la igualdad

La cultura se conjuga en femenino...

La soprano Lucrecia Bori (Valencia, 1887-Nueva York, 1960) será el eje vertebrador de la próxima temporada del Palau de les Arts. La 33 edición del festival Sagunt a Escena también se escribe en clave femenina. Once producciones de las 16 han girado en torno a la mujer. De hecho, hoy el teatro acoge La guerra de la mujeres. Y el Institut Valencià de Cultura (IVC) ha anunciado que fomentará en sus ayudas al guion que los proyectos tengan como protagonista a una mujer.

Es la tónica que desde la Conselleria de Cultura están impulsando y que la directora general, Carmen Amoraga, confirma. «Hablar de cultura en términos de igualdad es algo absolutamente premeditado, una base fundamental en el modo de concebirla como pilar de la democracia: todas y todos hemos de ser exactamente iguales, sin tener en cuenta género», apunta. «Desde el minuto uno hemos trabajado en visibilizar a la mujer en la cultura, como creadora y como receptora. En las actividades, encuentros o concursos hemos buscado la paridad y hemos fomentado la presencia de la mujer», explica la también escritora.

Amoraga adelanta que la figura de la mujer en iniciativas culturales no quedará en las ya mencionadas. «En los actos de conmemoración del 80 aniversario del encuentro de intelectuales por la República que se celebrará el próximo año, la mujer tendrá sin duda un papel relevante», avanza. Para Amoraga la educación en igualdad «es vital», así como el trabajo desde la administración por «visibilizar» y «normalizar» la presencia de la mujer en todos los procesos culturales. Lamenta que aún no se hayan superado estereotipos ni en la cultura ni en la sociedad: «No hay más que mirar las crónicas de los Juegos Olímpicos», dice la autora que lamenta que «como escritora aún tengo que aguantar que me pregunten si escribo para mujeres o si existe literatura de mujer».

Obras «para mujeres»

Ana Ramón Rubio, guionista y directora de exitosas y premiadas webseries como Sin vida propia, señala que en el sector audiovisual escucha esos mismos clichés: «´Es una película para chicas´ o ´es humor de mujeres´; solo porque las protagonistas sean mujeres», explica. Alaba medidas como la del IVC de fomentar las heroínas en el cine. «Hasta ahora la mayoría de las historias las han financiado (y contado) hombres por lo que los personajes femeninos no han estado bien representados», dice. Y ni si quiera están reconocidas. «Solo el 8-9 % de las películas están dirigidas por mujeres», señala Ramón, quien cree que esto se debe a que «los puestos de responsabilidad sobre qué proyectos se llevan a cabo están ocupados por hombres».

Para la reconocida actriz valenciana Lola Moltó la clave está, como para Amoraga, en la educación. «No debe haber distinción entre hombre y mujer». A lo que añade: «No quiero el sitio de ningún hombre, sino el que me corresponde». Moltó defiende la cultura, y el teatro en particular, como un motor con el que cambiar la visión de la mujer en la sociedad.

Ramón Rubio hace hincapié en la presencia tanto de protagonistas femeninas como en el equipo técnico y su reconocimiento: «Hace poco „asegura„ leí un artículo sobre las cinco mejores películas dirigidas por mujeres y ni me sorprendió. Nos hemos acostumbrado tanto a estas distinciones que ni pensamos en lo que implica. Si alguien encuentra un artículo sobre las cinco mejores películas dirigidas por hombres, por favor, que me lo mande».

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