Calcular lo que parece incalculable o, al menos inexplicable. Destripar y ponerle cifras al efecto aparentemente mágico que produce una obra de arte. Bajar a la tierra a lo abstracto y lograr incluso un patrón matemático para predecir las emociones. Eso es lo que persigue el grupo de neuroarquitectura LabLENI de la Universidad Politécnica de Valencia, encargado de desarrollar un proyecto piloto de investigación en España, dirigido por el científico Jaime Guixeres, en torno a la exposición Boltanski. Départ - Arrivée del IVAM.

La finalidad no es otra que desarrollar una herramienta tecnológica, un modelo matemático, que permita «conocer el impacto emocional de las exposiciones en los visitantes, y así, mediante la realidad virtual, poder predecir el estado emocional de las personas al enfrentarse a ciertos estímulos visuales», explican desde el propio centro en una nota.

El estudio se extenderá entre agosto y diciembre y toma como base la muestra de Boltanski por, como apuntan desde el IVAM, «la fuerte carga emotiva de las siete instalaciones que conforman la muestra; unas piezas en las que el paso del tiempo, el olvido, la ausencia o la muerte son los temas principales». El experimento constará de dos fases que ya están en marcha. En la primera, un grupo de voluntarios visitarán la exposición equipados con un aparato de sensores que captan las señales fisiológicas como el encefalograma, la variabilidad cardiaca o la sudoración de la piel. Finalizada esta primera etapa, se repetirá el experimento en un entorno de realidad virtual de última generación desarrollado por el mismo grupo de LabLENI, que simulará la exposición de Boltanski en realidad virtual.

En esta segunda fase se trata de utilizar la realidad virtual como simulación de la experiencia emocional artística y así predecir el impacto emocional de la exposición sobre el visitante del museo. En definitiva, se generará virtualmente una experiencia que cree mapas emocionales con los cuales se calibrará el impacto de un entorno físico como el IVAM, con sus obras, sobre las personas. Al final del proceso, mediante la creación de modelos matemáticos, lo que se pretende es prever qué experimenta un visitante al enfrentarse a determinada exposición de un museo para poder mejorar su estancia en el centro.

Un laboratorio «pionero» dedicado a la neurotecnología

El nombre del grupo LabLENI o LENI procede de las siglas Laboratorio de Neurotecnologías Inmersivas, y se presenta como «pionero» en la utilización de tecnologías como la realidad virtual o relacionadas con la estimulación sensorial para aplicarlas al marketing o el diseño, entre otros campos. Pertenece al instituto i3B, especializado en el análisis de la actividad humana y el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan mejorar la interacción hombre-máquina, como señalan en una nota, para conseguir integrar la técnica en la vida diaria.