Fue uno de los primeros anuncios del nuevo director del rebautizado Institut Valencià de Cultura (IVC): la creación de un sello propio, el Teatre del Poble Valencià que, más que un ente físico, sirviera como marca para todas las producciones de artes escénicas públicas, tanto si partían exclusivamente al conglomerado cultural de la Generalitat como si se realizaban en colaboración con otras patas de la administración, como las diputaciones.

Aquella abstracción, incluida en el proyecto presentado a concurso Abel Guarinos, comenzará a tomar forma esta misma temporada y antes de que acabe el año. Según confirman fuentes de Cultura a Levante-EMV, dos producciones públicas se estrenarán en el primer trimestre de la temporada en el Principal y en el Rialto siguiendo las premisas que se esbozaron en la creación del Teatre del Poble Valencià y que cristalizan ahora en una doble vertiente: llevar al escenario textos de autores valencianos contemporáneos, priorizando a los vivos, escritos indistintamente en valenciano o en castellano; por otro lado se traducirá a lengua propia textos de los clásicos.

Siguiendo esta última corriente, de hecho, llegará al Principal en el mes de noviembre una obra de gran formato de un autor universal, con elenco y dirección enteramente de la escena propia, y se quedará en el teatro hasta la Navidad, según apuntan las mismas fuentes. El mismo espectáculo rodará después por el Principal de Castelló y por el de Alicante y, además, se trabaja en que pueda salir de la Comunitat Valenciana.

«La armonía del silencio»

La otra obra en la cartera del IVC no seguirá el mismo recorrido. De hecho se estrenará en un certamen, la Muestra de Teatro de Autores Contemporáneos de Alicante, y después pasará por el Teatro Arniches, por el Principal de Castelló y en Valencia tendrá su puesta en escena en el Rialto, por tratarse de «una obra de formato medio», según apuntan desde Cultura.

La obra elegida en cuestión es La armonía del silencio, escrita por la joven autora Lola Blasco (Alicante, 1983), considerada una de las dramaturgas con más proyección del territorio valenciano y beneficiaria de una beca SGAE para escribir este mismo texto. La obra de Blasco habla de la memoria histórica partiendo de la historia de su propia familia. Además de pasar por las tres principales ciudades, el montaje de la alicantina estará abierto a la contratación de las ciudades del nuevo Circuit Valencià que lo soliciten.

Con estas dos producciones, el IVC asentará las bases de lo que será el Teatre del Poble Valencià. Ambos montajes llegarán al público antes de que acabe el año pero las fuentes consultadas indican que no serán las únicas producciones públicas para la nueva temporada y que en los próximos espectáculos propios se podría explorar la fórmula de la coproducción. En este sentido, desde el IVC se ha puesto en marcha la promoción de más traducciones de los clásicos de la historia del teatro.

Cambio de ciclo

En cualquier caso, la que se desplegará en noviembre en el Principal será la primera producción pública escrita en valenciano para el primer teatro público en esta nueva etapa. No será, sin embargo, la primera obra en lengua propia que entre en la sala de la calle Les Barques. En el segundo semestre del pasado año ya se representaron en esas mismas tablas el cabaret de Chao Chochín, Panorama des del pont o La guerra dels mons 2.0, además de abrirse las puertas a Xavi Castillo o Pep El Botifarra, en lo que se consideró un gesto de cambio de ciclo.