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Teatro crítica

Diez años sin Verónica

«Hijos de Verónica» sala russafa

De Anna Albaladejo, Mafalda Bellido, Laia Cárdenas, Paula Llorens, Guadalupe Sáez, Amparo Vayá. Dirección: Jerónimo Cornelles.

Es el Invernadero de Russafa Escénica, festival que está teniendo lugar estos días en dicho barrio. Un evento que nació para contraponerse a la crisis, y lleva ya seis años dando oxígeno a la producción valenciana emergente. Su estructura está compuesta por Viveros, Bosques y el señalado Invernadero, que no es otra cosa que una producción protagonizada por actores egresados del último año en las diversas escuelas de teatro de nuestra ciudad. En esta ocasión adquiere tintes simbólicos, porque Jerónimo Cornelles recupera uno de sus mayores éxitos de su trayectoria, Construyendo a Verónica. Han pasado 10 años, y todavía hay cosas que decir sobre Verónica, una mujer cuyo cuerpo sin vida apareció en una playa. Como ya dije en su momento, el teatro debe ingeniárselas para ser teatro.

Su filosofía tiene que ver con lo que los franceses denominan «teatro de la persona». Su interés radica en que el actor busca entrar en contacto con un grupo de espectadores, que pierden el sentido de masa, para, sin la apoyatura de oropeles, penetrar directamente en su corazón y su cerebro. La pericia de Cornelles estriba en que logra esta conmoción con un planteamiento muy ingenioso. Diversas mesas esparcidas por todo el espacio€ No digo más. Simplemente señalo que, además de confesiones, echo de menos un punto mayor de narración. Un deseo personal que no borra lo fundamental del montaje: el ambiente creado y, en general, una sentida interpretación. Para quien asista por primera vez, este montaje será una vivencia reconstituyente, y para quienes hemos vuelto, un refresco de sensaciones.

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