Santiago Calatrava ha diseñado un nuevo espacio arquitectónico y urbanístico en la ciudad de Zúrich, el edificio de oficinas Haus zum Falken, que incluye un aparcamiento público para cerca de 1.000 bicicletas junto a la estación de Stadelhofen, que él mismo proyectó en los ochenta y que está incluida entre los monumentos protegidos del Cantón de Zúrich.

En mayo de 2014, el Ayuntamiento de Zúrich decidió dar de baja del catálogo de edificaciones de interés local el edificio Haus zum Falken y permitir la construcción de un nuevo inmueble a condición de que se incluyera un aparcamiento de bicicletas que diera servicio a los usuarios de la estación y a los ciudadanos de la zona, un elemento de movilidad urbanística importante en las ciudades suizas.

Para este cometido, la aseguradora suiza AXA Winterthur, propietaria del inmueble, eligió a Calatrava. Desde entonces el ingeniero y arquitecto trabajó con el consistorio de la ciudad en un diseño que fue presentado ayer y estará disponible para consulta pública el 28 de septiembre.

El nuevo proyecto se ubica en el corazón de Zúrich. El diseño incluye el retroceso de la fachada en planta baja, creando una conexión peatonal con la estación de ferrocarril para aliviar el flujo de viajeros en los accesos. Además del área de oficinas, el edificio prevé un área comercial y de servicios en las plantas superiores y una zona de restauración y otros usos orientados al público en las plantas baja y primera. En los niveles bajo rasante, el edificio consigue el espacio necesario para ubicar la estación de bicicletas que precisa el ayuntamiento y «que era la principal demanda de los ciudadanos para este proyecto».

El aparcamiento tiene acceso desde la plaza y ofrece a los viajeros una conexión directa al pasaje subterráneo de la estación de ferrocarril. Este espacio público con capacidad para cerca de mil bicicletas permite, además, descongestionar la plaza y ganar espacio para el peatón. Actualmente, buena parte del espacio público de la plaza está ocupado por las bicicletas.

10 millones de euros

La parte del proyecto que acoge la estación de bicicletas estará financiada por el consistorio de Zúrich con unos diez millones de euros. El coste se debe, según informa el despacho del arquitecto, a la «complejidad que supone construir bajo rasante en una parcela estrecha y su proximidad a una de las estaciones más transitadas» y con mayor tráfico ferroviario de suiza.

Este proyecto surge en respuesta al compromiso con los ciudadanos de Zúrich que, en junio de 2015, aprobaron en referéndum la propuesta municipal de fomentar el tráfico ciclista en la ciudad. Para ello establecieron un presupuesto de 120 millones de francos, de los que 30 se iban a destinar a la creación de aparcamientos para estos vehículos. El proyecto permanecerá expuesto al público en el Ayuntamiento durante sesenta días y durante este tiempo los ciudadanos y las instituciones de Zúrich podrán realizar sus comentarios, que podrán propiciar cambios en el proyecto definitivo. Las obras empezarán en 2018.