Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Complicidad e implicación

Obras de Brahms, Shostakovich y Mendelssohn

palau de la música (valencia)

Intérpretes: Mikhail Ovutsky (violín), Grigory Alumyan (cello) y Jinsang Lee (piano), integrantes del Trio Beethoven de Bonn.

Escuchar las obras de juventud de los grandes da la clave de su formación y de su evolución hasta la madurez creativa. Con el Trío Op. 8 en do menor de Shostakovich (1926), escrito en un solo movimiento a las 17 años, el músico soviético apunta más que maneras tanto en la forma como en el contenido, ofreciendo espacios de gran lucimiento a los tres solistas. En toda la obra destacan momentos de intenso lirismo (la partitura está dedicada a su primer amor de adolescente, Tatyana Glivenko y que el autor originalmente la tituló Poême ) junto a pasajes que se defienden únicamente desde la seguridad técnica y la sensibilidad virtuosística del Trio Beethoven de Bonn, ya conocidos en la SFV.

El concierto se inició con el Trío Op. 101 en do menor de Bramhs, (1886), un autentico pezzo di bravura escrito en la última etapa de su vida. Desde el violín y el cello, Ovrutsky y Alumyan, solistas rusos, plasmaron de manera impecable sus textos apoyados desde el teclado envolvente del coreano Lee, hábil en las enormes posibilidades sonoras de su instrumento. Abrir complemente el piano pudo exceder el equilibrio con sus compañeros teniendo en cuenta que ambos llevaban entre manos dos instrumentos italianos del XVIII mientras que él «jugaba» con ventaja con un gran cola Steinway del siglo XX. Hubo complicidad e implicación entre ellos sin perder el norte marcado por la ortografía musical señalada por el compositor.

Finalizó la velada con el Trío en do menor, op. 66 de Mendelssohn, otra obra clave en el corto catálogo para este tipo de ensembles. En ella se puso a prueba la expresividad y energía y su capacidad de comunicación, siempre en alerta para destacar los cantos y contra cantos sin perderse en rivalidades estériles. Hubo una sincronía prácticamente perfecta que permitió una versión ajustada en los tempi revalidando las excelencias de los de Bonn. Grandes aplausos los hicieron volver a la escena para dejar el mejor recuerdo con el Noviembre de Tchaikovsky y el Salut d´Amour de Edward Elgar. Sencillamente magníficos.

Compartir el artículo

stats