El Museo del Prado propone a sus visitantes un paseo por la obra más oscura y privada del pintor valenciano José de Ribera (Xàtiva, 1595-Nápoles, 1652). Lo hace con la exposición Ribera. Maestro del dibujo, que la pinacoteca madrileña inaugura esta tarde.

La muestra se compone de más de 70 obras de Ribera, principalmente dibujos, procedentes de instituciones y colecciones particulares norteamericanas. No obstante, no abarcará la totalidad de estos dibujos, cantidad que en los últimos años ha crecido exponencialmente. Se trata de un repaso por los trabajos menos conocidos del apodado Lo Spagnoletto y en los que el setabense pudo «especular y explorar lo que no podía hacer con la pintura, incluso un lado más oscuro», según el comisario de la muestra, Gabriele Finaldi. Entre estas obras que se exhibirá en el Prado, desde el martes día 22 y hasta el 19 de febrero, se encuentran los dibujos, pero también pinturas y estampas, que mostrarán la variedad técnica del pintor, su habilidad en el uso de la pluma, la tinta y el lápiz, la originalidad de su temática; sus estudios anatómicos y de figuras, escenas cotidianas o escenas de martirio y tortura.

Ribera desarrolló gran parte de su carrera en Nápoles, donde influyó muy significativamente en el transcurso del arte del siglo XVII.

Pese a ser descrito como un pintor caravaggista, Ribera produjo, en contraste con la aparente ausencia de dibujos de Caravaggio, un destacado corpus de arte gráfico, y estuvo muy interesado en el uso del diseño como parte fundamental de la formación artística. El exdirector adjunto de conservación del Prado y actual director de la National Gallery de Londres, que dedicó su tesis doctoral a Ribera, destaca la escasez de obras preparatorias que se conocen del artista valenciano.

En 1923 apenas se conocían 12 dibujos de Ribera y solo seis eran reconocidos. Ahora se ha pasado a los 160 de hoy en día, de los cuales el Museo del Prado cuenta con cerca de una decena (cifra que también ha aumentado, pues en 1992 únicamente tenía uno). «Ribera dibujaba siempre que podía y aunque fueran a visitarlo, seguía haciéndolo mientras estaban los invitados. Era una actividad fundamental para él», señala Finaldi, quien incide en las «rarezas» que podrán contemplarse en esta muestra, como la «fascinación» del pintor por los cubrecabezas y gorros o sus 'caprichos', con una «intención satírica y búsqueda de lo absurdo».

Aproximadamente la mitad de los dibujos son de tema religioso y también tratan asuntos mitológicos. Ribera también muestra interés por la fealdad y la violencia, tanto en las cabezas grotescas como en los martirios y las escenas de tortura. Entre los trabajos que podrán verse hasta el próximo 19 de febrero se encuentran varias de sus obras maestras como Sansón y Dalila, Aquiles entre las hijas de Licomedes o el San Alberto del British Museum, además de dibujos recientemente descubiertos como Aparición de Cristo resucitado a su madre o una docena de dibujos que nunca se han expuesto en España, como las Adoraciones de Berlín y Nueva York o el Hércules descansando de Malta.

La muestra, que coincide con la publicación del primer catálogo razonado completo de los dibujos del pintor y grabador valenciano, es también el primer monográfico que se realiza desde 1992.

Colaboración internacional

El Museo del Prado ha contado para la ocasión con la colaboración de diferentes museos y colecciones de diversos países, como el British Museum (Londres), el Fitzwilliam Museum (Cambridge), el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), el Istituto Centrale per la Grafica de Roma, el Museo de Bellas Artes de Córdoba o la Academia de San Fernando de Madrid, entre otros.