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A golpe de leyenda

Mito de seda y oro

La principal incógnita es si el madrileño toreará en Las Ventas durante 2017

Mito de seda y oro

El diestro de Galapagar es uno de esos privilegiados a los que el público otorga un estatus que nadie puede procurarse por sí mismo. Se trata de un reconocimiento espontáneo, intuitivo, que trasciende lo meramente taurino y alcanza el rango de fenómeno social capaz de arrastrar tras de sí una multitud enfervorecida, que abarrota las plazas de las ferias en las que se anuncia. Lo que otros matadores persiguen con inusitado ahínco, José Tomás lo logra sin esfuerzo aparente, pero con un enorme sacrificio personal que solo él y su entorno conocen en su totalidad.

Detrás del mito se libra una batalla oscura y tenaz, de una terrible exigencia. Una tauromaquia de principios inmutables sostiene al artista al borde del abismo, en un equilibrio frágil, inestable, que puede romperse como el cristal y estallar en mil pedazos sin previo aviso. Como ocurrió en 1996, en Autlán de la Grana o, más recientemente, en Aguascalientes, donde el toro «Navegante» a punto estuvo de acabar con su vida. Plaza a la que volvió en 2015 para continuar una historia que fue interrumpida bruscamente y demostrar, de paso, que el valor no se ha esfumado por el tremendo boquete que le abrió ese toro de De Santiago y volver a sentirse vivo.

Después de esta última cornada, la más grave de toda su carrera, el madrileño ha limitado sus actuaciones a unas cuantas apariciones estelares. Abrió fuego Tomás en la emblemática Feria de Jerez el 7 de mayo. Con los tendidos llenos a rebosar, el de Galapagar se plantó en los medios y enloqueció al respetable con su toreo al natural a un excelente toro de Núñez del Cuvillo, de nombre «Lanudo», que fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Temple, profundidad, despaciosidad. Cinco monumentos suspendidos en el tiempo, ingrávidos, ligados en un palmo de terreno que pusieron boca abajo la plaza. Si para el toro fueron los mayores honores en muerte, para el matador las dos orejas y el rabo como prueba de vida. Más un apéndice cobrado del que hizo quinto, al que sostuvo a base de temple. Un triunfo rotundo en la reaparición ibérica tras su última presencia en territorio español, ocurrida en Málaga en agosto de 2014.

Casi sin enterarnos, llegó el mes de junio, las fiestas de san Juan y las Hogueras de Alicante. Y 48 días después del suceso jerezano, nuevo aldabonazo. Esta vez a orillas del Mediterráneo. Otro toro de Cuvillo, "Cacareo", premiado también con la vuelta al ruedo, y otra vez ese toreo rotundo, macizo, surgido de las manos de un dios menor, que pusieron el corazón y el alma del respetable en un puñado de albero, entregado con pasión a los vuelos de la muleta del genio a cuyas manos fueron a parar las dos orejas del morito.

El 5 de agosto toreaba el de Galapagar en Huelva y la ciudad sintió con fuerza la versión más triunfalista. Corta cuatro orejas merced a detalles de cara factura ante el segundo y naturales de mano baja instrumentados al cuarto, rematados de estocada fulminante. El 14 de agosto, en San Sebastián, no logra imponerse a El Juli y tan sólo pasea una solitaria oreja . Finalmente, Valladolid será -por partida doble- la última plaza que disfrute de la presencia del madrileño la pasada temporada. Primero en un festejo en honor al malogrado diestro Víctor Barrio, en el que logra un solitario trofeo, y cierra el 9 de septiembre cortando dos orejas.

¿Será Madrid ?

Los rumores de la vuelta de José Tomás a Las Ventas la próxima temporada recorren con fuerza los mentideros taurinos. El hecho de que Simón Casas haya sido designado empresario de Madrid, así como que el francés haya reseñado dos corridas de Núñez del Cuvillo para 2017, han disparado las especulaciones. Una incógnita que se despejará cuando el francés dé los carteles.

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