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Entrevista

José Miguel G. Cortés: "El IVAM es nuestro museo nacional"

«No puedo hacer exposiciones de un millón de euros como el Guggenheim, el Prado o el Reina Sofía»

José Miguel G. Cortés: "El IVAM es nuestro museo nacional"

Sostiene José Miguel G. Cortés que el número de visitas no hacen un buen museo, sino todo un conjunto, donde la agitación y el estudio del arte y la cultura tiene un papel fundamental. Por eso esquiva «la etapa negra» del IVAM, que según su opinión no hipoteca su futuro. Defiende que con el anuncio de la subsede de Alcoi no se parcela el proyecto. El museo nacional de los valencianos, en su acepción, reúne casi 12.000 piezas, de las cuáles solo un 14% son de mujeres, un aspecto que se compromete a mejorar. Anunciada la programación para 2017, habrá que prestar atención a la exposición sobre la lectura abstracta de la colección del IVAM.

Antes de subir a su despacho he visto dos sacerdotes con clerman en la cafetería del IVAM.

Si conseguimos que la gente pierda el miedo al museo, gracias a las herramientas que ofrecemos para el arte, me doy por satisfecho. Sé que no hay un público, sino muchos tipos de públicos.

¿Qué tipos?

Desde los que saben mucho de arte y buscan una cuestión muy específica „un cuadro, una obra, un artista, un movimiento„, a gente que le interesa el arte, que le gusta más unas cosas que otras. Incluso aquellos que no tienen ni idea. El arte debe dar respuesta a cualquiera, sin ser elitista.

Para la programación de 2017, ¿qué ha intentado exponer y no ha podido?

No es tanto un número de exposiciones€

No pregunto por la cantidad, sino por la calidad.

Me gustaría traer un conjunto de artistas que no podemos por falta de dinero. No quiero dar nombres concretos, porque todavía no renuncio a que vengan. Hay artistas, o proyectos, que no podemos no solo por falta de dinero, sino tampoco por falta de perspectiva.

¿No confía en un aumento del presupuesto?

Los museos serios, sobre todo los de fuera, trabajan con dos, tres, incluso cuatro años de anticipación. Eso es casi imposible en el IVAM.

¿Por qué?

Porque no tenemos un presupuesto a tantos años vista. No tengo ni idea cual será el de 2018.

Pero sí que tendrá una idea clara de lo que pretende programar en 2018.

Sí, pero siempre en base al presupuesto que tendré.

Tampoco variará mucho.

Espero que sea un poco más. Tengo que firmar contratos para 2018 y 2019, y me encuentro con verdaderos problemas.

¿Solución?

Primero, tener un proyecto cuatrienal o trienal, como mínimo, para trabajar con dos años de adelanto. Y además, disponer de mayor presupuesto. Ahora podemos competir en España, pero no internacionalmente.

Con ese panorama parece difícil reivindicar un IVAM también promotor de arte.

El IVAM debe ser un agente dinamizador, que agite conciencias. Para eso, el dinero es fundamental. Hay mucha gente implicada en una exposición que debe vivir de su trabajo. Desde mi llegada, hemos hecho otra cosa, explicar, y mucho, que se confiará en el proyecto del IVAM.

Eso significa que existía mucha desconfianza con el museo.

Posiblemente. Me hubiera gustado llegar a un museo con un gran respeto internacional.

El IVAM lo tenía.

Lo tuvo y lo perdió.

Si aceptamos la revista «The Art Newspaper» como la biblia del arte moderno, el IVAM también sale ahora pero por las acusaciones de «overpaying for art» de la anterior directora.

Fui elegido para hablar del presente y construir el futuro. No podemos estar siempre quejándonos del pasado. Tenemos un proyecto y muchas ganas de trabajar, pero nos falta dinero.

El 2017 va ser un año clave judicialmente en el caso IVAM.

Me gustaría que se hablará de los proyectos y las exposiciones del IVAM en las páginas de Cultura. Y del caso Císcar en las páginas de información judicial. Y la justicia decidirá.

Lo que se investiga es la gestión de Císcar en el IVAM, es imposible disociarlo.

Es cierto. Pero por encima del director o directora que esté, el IVAM es una institución de la ciudadanía. Solo pido que se trate el caso de forma judicial, dejando fuera la institución, para que no salga dañada.

Cuando se juzgó al director del Banco de España, todo el mundo entendió que el gestor no se confundía con la entidad.

A mi solo me toca hablar del IVAM, y digo lo que me gustaría.

Insiste en que el IVAM debe tener una identidad específica.

Es el gran reto, porque creo que no la tenía. Ese era uno de los peores males del IVAM. Hay que tener la identidad y los criterios claros. Porque cuando no los tienes, vale cualquier cosa.

Esa identidad que seguro tiene definida, ¿va hacía eso tan abstracto que se ha dado en llamar la mediterraneidad?

Parto de la base que hay muchos museos. Muchísimas exposiciones. Ahora no estamos en el inicio del IVAM, cuando había muy pocos museos en España. Ahora por todas partes hay museos, centros de arte, fundaciones€ Para no hacer las mismas exposiciones que todo el mundo, hay que tener un signo de identidad.

Eso le pregunto.

Enraizado en el espacio donde vivimos, en Valencia. Lo que significa una vinculación a la mediterraneidad.

¿Abstracto? Es una región geográfica, pero tenemos dudas que pueda ir más allá. Quiero decir, ¿hay lazos socioculturales que nos acercan a países como Túnez, Argelia, Israel, Jordania, Egipto o Grecia? Empecemos a discutirlo.

En los ochenta se discutió si debía ser una museo valenciano de arte moderno, o de arte moderno valenciano.

No es lo mismo. Yo planteo un escenario más internacional.

¿Por eso se abrirá una subsede en Alcoi?

Eso es otro tema. La identidad no solo es la mediterraneidad. También dar voz a un conjunto de artistas, principalmente mujeres.

¿Pero eso es compatible con el anuncio de subsede en Alcoi y seguramente otra en las comarcas de Castelló?

¿Una cosa, impide la otra?

El peligro es que los actuales gobernantes consideren al IVAM como un centro de arte, que puede parcelarse, en vez de recuperar el gran museo de arte moderno que fue en sus inicios.

Mi proyecto, el que presenté, y la identidad que busco es la que he explicado y por el que trabajaré mientras esté aquí, que espero sean los seis años. Llevo dos años y tres meses, faltan casi cuatro y espero llevarlo adelante. Las relaciones que tengo hoy con las autoridades culturales son muy buenas.

Es el único cargo que ha estado con la última administración del PP y ahora con el Consell del Botànic.

Davide Livermore también.

Es verdad, me olvidaba de Livermore. Los dos hablan maravillas del gobierno actual.

Reitero que tenga una gran comunicación con Albert Girona (secretario de Cultura) y también con el conseller Marzà.

No lo dudo, pero supongo que también tenía una buena relación con la consellera María José Català.

Sí, muy buena. Pero la atención que dedica la conselleria actual al IVAM es mayor que antes. Pese a la situación económica que padecemos, para el año que viene tenemos un aumento del 10% del presupuesto. Eso son hechos. Me hubiera gustado que fuera más, o que la Ley del IVAM hubiera sido aprobada en 2016. Pero estoy convenido que al secretario autonómico también.

¿A qué se debe el retraso?

No lo sé, son cuestiones parlamentarias. Lo que puedo decir es que hemos discutido la nueva ley de IVAM con el secretario y el conseller de Cultura y el acuerdo ha sido casi total.

¿Cómo le gustaría dejar el IVAM cuando termine su mandato?

¡Faltan cuatro años! Aunque es fundamental asentar las cosas. En este país, tanto en la Comunitat Valenciana como en el Estado Español, los proyectos se deshacen porque cambian los responsables. El IVAM debe consolidarse como un museo importante y que fuera fuerte a los vientos de poniente u oriente. Con una programación seria y una aceptación valenciana y española, además de un posicionamiento a nivel internacional. Es difícil y costará.

¿La estrategia de llenar el museo de actividades es para superar los años negros?

Cuando entré no había ninguna área de actividad cultural, ni didáctica. La creamos porque es importante relacionarse con otras instituciones y organizaciones.

¿No corre el riesgo que con tanta multiactividad el IVAM termine perdiendo la perspectiva de arte contemporáneo?

En absoluto. Tengo claro que es un museo desde el principio del siglo XX hasta hoy y mañana. Existe una dificultad. El tema económico para organizar exposiciones de arte moderno es terrible. Cualquier exposición de un artista conocido, de la primera mitad del siglo XX está casi prohibida para el museo. Los seguros y los transportes cuestan tantísimo dinero que hoy no lo podemos hacer. Claro que me gustaría hacer una exposición de Fernand Léger, de Raoul Hausmann o del dadá.

¿Por eso programa fotografía y cómic?

Programando en los campos que tengo más posibilidades. No es contradictorio exponer cómic y una muestra del dadá. No puedo hacer exposiciones de un millón, o un millón y medio de euros como el Guggenheim, el Prado o el Reina Sofía.

El 30 de diciembre de 1986 se publicó la ley de creación del IVAM. Entonces no había competencia. ¿Cuál es ahora?

Tendríamos que tender a un organismo autónomo como el Prado, el Reina Sofía, y ahora la Biblioteca Nacional. Porque el IVAM es nuestro museo nacional. El museo de la Generalitat, el importante, el nacional es el IVAM.

Faltaría una fundación y más financiación privada.

En estos momentos somos seguramente la única institución cultural pública con esponsorización, con Caixa Rural, la Caixa y el Banc de Sabadell, además de otras más pequeñas. Nuestra disposición es estar abierto a todos.

Supongo que eso lo ha dicho donde toca.

Claro, aunque no lo consigamos ahora. Se trata de un organismo autónomo, por encima de las diferencias políticas. El ejemplo es el Prado, aunque no es lo mismo programar Velázquez o El Greco.

Román de la Calle propone coordinar y programar. ¿Se está haciendo?

Solo puedo hablar por el IVAM. Tenemos muy buena relación en el MACA de Alicante, e incluso estamos hablando para hacer alguna cosa conjuntamente.

¿Miedo a la competencia con Bombas Gens o CaixaForum?

Cuanto más rica sea Valencia culturalmente mejor. Aunque echo de menos mecenas como Martínez Guerricabeitia, que donó todo su legado a una universidad pública. Me emociona que la galerista Soledad Lorenzo done su colección al Reina Sofía, o cuando una empresa privada pone 200 millones para la ampliación del MoMA.

¿Y la ampliación del IVAM?

Algún día necesitará ampliarse, pero ahora no es el mejor momento. Tenemos dinero para ir mejorando alguna infraestructura deteriorada y en exposiciones.

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