Cuando alguien habla sobre empoderamiento o reivindicación de los derechos laborales femeninos, uno de los primeros conceptos que llegan a la mente es el de conocido «techo de cristal». Pero cuando se habla de ello dentro del contexto de la música clásica, la denominación cambia para añadir la palabra «hormigón». La azerbaiyana Veronica Dudarova fue la primera mujer en dirigir una orquesta sinfónica en 1947, y desde entonces el futuro de las profesionales del gremio ha mejorado, pero a ritmo de placa tectónica. Aunque lejos de ser una especie en extinción, las directoras de orquesta representan actualmente el 1% del grueso de conductores orquestales a escala mundial, el mismo porcentaje que en España. En la Comunitat Valenciana, los datos no mejoran, ya que se calcula que las mujeres representan un porcentaje incluso menor.

El Palau de la Música, que actualmente se esfuerza en seleccionar candidatos para ocupar la plaza de director titular de la Orquesta de Valencia (OV) a partir de julio, incluye en su quiniela a Virginia Martínez (Molina de Segura, 1979), directora titular de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM). Tal como ha podido saber Levante-EMV, Martínez será una de las directoras invitadas en la programación de 2017-2018, donde está previsto que visiten el auditorio los directores de orquesta que se postulan para sustituir Yaron Traub el próximo mes de julio. La murciana es -de momento- la única mujer de la «lista» que baraja el Palau, entre los que se encuentran los valencianos Ramón Tébar o Gustavo Gimeno, como ya adelantó este periódico.

«La profesión ha sido masculina por tradición. Cada vez hay más mujeres que se suben al podium, pero todavía se percibe como algo extraño», reconoce Virginia Martínez, que ha dirigido buena parte de las orquestas de la geografía nacional. «A pesar de que indudablemente somos pocas, nunca he percibido el rechazo por parte del mundo de la música clásica. Conozco a mujeres que pueden contar muchas anécdotas desagradables al respecto, pero la mayoría de ellas han surgido en países con una larga tradición en el mundo de la música clásica, como es el caso de Austria», asegura la directora, que estudió su especialidad en el Conservatorio de Viena. De hecho, la orquesta filarmónica de la capital austriaca, considerada una de las mejores del mundo, no aceptó a mujeres entre sus filas hasta 1997.

«A pesar de todo lo que sé de mi condición como directora, en mi caso he soportado más el estigma de ser joven, que el de ser mujer», admite. La directora visitó por primera vez el Palau en 2005, y volvió el pasado mes de septiembre para conducir el último concierto del ciclo gratuito «L'estiu al Palau».

«Estoy muy ilusionada por volver al auditorio. Desde que dirigí por primera vez a la OV tuvimos un "flechazo" muy especial. Es una orquesta con muchas posibilidades», asegura Martínez, que renovó como titular de la OSRM en 2015.

En los últimos años, por el podio del Palau de la Música han pasado cuatro mujeres -tanto nacionales como internacionales-, entre las que se encuentra la propia Virginia Martínez; Beatriz Fernández, subdirectora de la Banda Municipal de Barcelona y directora de la Orquesta Sinfónica Ateneo Musical del Puerto de Valencia; la francesa Nathalie Stutzmann, líder de la orquesta de cámara Orfeo 55; y Inma Shara, una de las conductoras españolas más populares, y la primera fémina que sostuvo la batuta en el Palau. Esta alavesa fue la primera directora de orquesta en dirigir en El Vaticano en el 2008, y en presencia del Papa Benedicto XVI.

En el caso de Les Arts, desde su inauguración únicamente han pasado por el atril principal dos mujeres, la canadiense Keri-Lynn Wilson, que tras su primera experiencia con la Orquesta de la Comunitat Valenciana en febrero de 2007 en la primera temporada del coliseo, volvió para dirigir la ópera Lélisir d´amore el pasado mes de octubre; y la china Xian Zhang, la primera mujer en dirigir la orquesta en Les Arts en 2006, con nada más y nada menos que con La Bohéme.El impacto de Karajan

Lo cierto, es que a pesar de la exitosa trayectoria de estas directoras, ninguna de ellas forma parte de la selecta lista de los directores de orquesta más prestigiosos del mundo, entre los que se encuentra Daniel Barenboin o los fallecidos Claudio Abbado o Lorin Maazel. Algunos directores de orquesta de todo el mundo señalan a Herbert von Karajan como el conductor que dio la vuelta a la profesión, con un estilo mucho más expresivo y pintoresco (solía dirigir con los ojos cerrados) y una mirada que iba más allá de las reglas de género.

De hecho, fue él, a sus 74 años, quien ofreció un contrato de prueba a la joven clarinetista Sabine Meyer para la Orquesta Filarmónica de Berlín. Este gesto provocó un cisma entre el director y los músicos, que se negaban a aceptar a una mujer en sus filas. El hecho se produjo en plena década de los 80.